
Los Juegos Olímpicos de París 2024, además de momentos y gestas deportivas que ya forman parte de la historia, dejan una incesante cascada de memes y viralizaciones de lo más variopinto.
Y, evidentemente, entre eso último no podía faltar la aparición en las cámaras de los ya habituales cochecitos que corretean sin descanso por las pistas del Stade de France, la localización que acoge las pruebas de atletismo. En esta ocasión, por obra y gracia del patrocinio de Toyota, estos cochecitos han adoptado la forma de un bZ4X y lucen la misma decoración que el resto de la flota de movilidad que la marca japonesa ha puesto a disposición de deportistas y público. ¿Pero cómo funcionan, y cuál es su verdadera misión?
Los pequeños ayudantes imprescindibles

Se trata de vehículos teledirigidos cuya labor es acudir al lugar donde ha caído un martillo, un disco o una jabalina para efectuar su recogida. Cuando llega al lugar indicado, un voluntario de la organización deposita el objeto lanzado en el espacio de almacenamiento que ofrece. Seguidamente, se traslada al punto de lanzamiento lo más rápido posible para que otro voluntario recoja el objeto y pueda entregárselo cuanto antes al siguiente atleta.
Este recurso se emplea desde Londres 2012, y entre sus facilidades, permite agilizar en gran medida el desarrollo de las pruebas de lanzamiento.