Dicen que despegó… y aterrizó 37 años después. El notorio vuelo Pan Am 914 para muchos continúa envuelto en el misterio lo que realmente ocurrió.
¿Fue real?
¿Un viaje en el tiempo?
¿El archiconocido Triángulo de las Bermudas hizo de las suyas?
Lo cierto es que a pesar del tiempo transcurrido, la historia del antiguo incidente del vuelo 914 de Pan Am de vez en vez aflora y a pesar de las evidencias que apuntan a que solo fue una noticia sensacionalista, aún aviva la imaginación y la credulidad de muchos y ocupa espacios en diversas plataformas informativas.
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Cuentan que en julio de 1955 (algunas fuentes señalan el día 2, otras el 13), un avión de la línea aérea Pan American (1), a cargo del vuelo No.914 Nueva York-Miami, partió hacia su lugar de destino con cuatro tripulantes y 57 pasajeros. No mucho después, la señal del vuelo se desvaneció súbitamente de los radares. Y no volvió a dejarse ver.
La insólita desaparición desencadenó la búsqueda de la aeronave; no hubo suerte. La única explicación para lo acontecido fue que debió estrellarse en algún punto del Océano, ya que en tierra no se encontraron restos ni del avión ni mucho menos de los que en él viajaban.
Las familias recibieron una compensación monetaria por parte de la aerolínea, lloraron a sus muertos…. y el tiempo pasó.
Treinta y siete años más tarde, el 9 de septiembre de 1992 (el 13 de mayo según otros), en el aeropuerto de Caracas, Venezuela, el controlador aéreo Juan de la Corte recibió una señal de contacto de un avión que ni tan siquiera el radar había mostrado; su piloto lo identificó como “el vuelo 914 de Pan Am volando de Nueva York a Miami”.
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Cuando el viejo DC-4 se plantó en la pista, el piloto comprobó a través de la radio, locación y fecha; lo que escuchó lo hizo entrar en pánico, y junto a sus tripulantes y pasajeros no menos aterrados, levantó vuelo nuevamente. Aunque algunas versiones afirman que la nave nunca más reapareció; otras, las más extendidas, aseguran que regresó a su lugar de destino, Miami.
Según esta última referencia, tripulantes y pasajeros, quienes no habían envejecido ni un ápice, fueron exhaustivamente interrogados; desafortunadamente ninguno pudo aclarar el misterio de sus 37 años de vuelo. De vuelta a sus hogares, retomaron sus vidas y se acomodaron al nuevo escenario que la época exigía.
Si bien se ha investigado profusamente este evento por estudiosos de los fenómenos paranormales, y se han desarrollado hipótesis como la de que el Triángulo de las Bermudas tuvo que ver con lo ocurrido (2), o la de que la nave atravesó algún tipo de portal y viajó en el tiempo, la explicación resultó más simple.
Eso me recuerda el principio metodológico y filosófico conocido como La Navaja de Ockham: “en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable”.
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Y es que precisamente fue el periódico semanal Weekly World News quien divulgó el inusual suceso, un periódico que cargaba en su reputación difundir noticias falsas, al punto de que se afirma que “si lo leyó en el Weekly World News usted puede estar casi enteramente seguro de que no ocurrió”.
El susodicho tabloide publicó en tres años diferentes la historia del vuelo 914; de esa suerte, el avión aterrizó en 1985, luego en 1992 (por alguna razón la fecha más conocida) y finalmente, en 1993. Los detalles también cambian, así que imágenes y narraciones del mismo periódico se contradicen entre sí.
Pero más allá de que un periódico dedicado a lo sobrenatural y a lo paranormal, conocido por publicar historias falsas, estuvo a cargo de la primicia, hay otros elementos que ponen en tela de juicio la veracidad del asunto: no hay un vuelo 914 de Pan American extraviado en los registros anuales de la aerolínea, ni tampoco accidentado.
Es más, Pan American no operó ningún vuelo identificado con el no. 914 ni tiene asentada la aparición de una nave perdida. Y agregue a la lista el que jamás ha sido publicado o reportado testimonio alguno de sus supuestamente tripulantes y pasajeros, ni de manera directa ni a través de sus familiares o conocidos. Nada. Cero.
No obstante, para muchos amantes de lo inexplicable y para muchos que no conocen la naturaleza del Weekly World News, el vuelo 914 es todavía un enigma por resolver, quizás porque es uno de esos enigmas que alimenta el viejo sueño de la humanidad de viajar en el tiempo.