El piloto norirlandés Jonathan Rea firma un final perfecto con su Kawazaki para bajar el telón de la temporada en el Campeonato Mundial de Superbike.
Con el trono a salvo, la presente edición del Campeonato Mundial de Superbike llegó a su última parada con muy pocos pendientes. Quedaba en juego el tercer puesto de la clasificación, pero el gran atractivo descansaba en la capacidad del norirlandés Jonathan Rea, campeón por quinta vez, quien tenía a tiro igualar el récord ganador que comparte en la categoría.
Adornó su consagración del pasado curso con 17 victorias, las mismas que había logrado Doug Polen 27 años antes. Llegó coronado al Circuito Internacional de Losail, pero con dos éxitos menos que el español Álvaro Bautista, quien había arrancado la campaña a todo gas con su novedosa Ducati Panigale V4 R, y esa racha de 11 éxitos sucesivos hizo a muchos pensar con el fin de una dinastía.
Es el trazado qatarí uno de los preferidos por Rea y lo confirma su tiranía allí desde 2017. También la primera carrera del fin de semana, todo un recital de cabo a rabo para el campeón, que solo dejaba migas a sus espaldas.
De recogerlas se encargaban Chaz Davis (Ducati) y Alex Lowe (Yamaha), quien además veía como el turco Toprak Razgatlioglu (Kawasaki) perdía la trazada a seis vueltas del final, y con ello la opción de pelearle el tercer puesto de la clasificación general. Bautista, desde la tercera fila de la parrilla lograba rebajar puestos, pero no le alcanzaba para hacer podio.
Igualar los 16 triunfos de Bautista fue un incentivo más para Rea en la carrera Superpole, quien no desaprovechó la oportunidad de ponerse al mando nada más apagarse los semáforos. Otra remontada del piloto ibérico disparó las expectativas, pero apenas fue un anticipo de los que vendría.
Igualado el pulso, llegó la hora de bajar el telón y la tensión llegó hasta el mismo final. El duelo vio a los dos mejores pilotos de la temporada alternando liderazgo, con Davis sumado a la fiesta como espectador de primera fila. Mientras Bautista se beneficia en la larga recta de tribuna, Rea le devolvía el golpe en una apurada de frenada.
Todo quedó dicho en el último tercio, cuando el talaverano perdió ritmo y Rea aprovechaba para sacarle segundo y medio. No fue el único beneficiado, pues Davis primero le ensañaba la rueda a su compañero, y luego terminaría relegándolo hasta la tercera posición de la prueba con que se despedía del fabricante italiano.
Liberado de las sombras rojas, Rea enfiló su Kawasaki hacia un claro triunfo que por añadidura certificaba para la escudería japonesa un nuevo título de constructores. Lo que parecía imposible a inicios de temporada terminó convirtiéndose en una realidad que nadie se atreve a vislumbrarle un final. En manos de Jonathan Rea vuelve a quedar.
Clasificación Mundial Superbike 2019
Fotoportada: https://www.plusmoto.com
