El nueve veces campeón de NASCAR, Mike Stefanik, falleció el pasado domingo al estrellarse el avión en el que viajaba en un bosque de Connecticut.
Casi una semana después de la muerte de Stefanik, aún se investiga las causas del fatal accidente. La aeronave se estrelló en un bosque cerca del aeropuerto de Riconn (Rhode Island, EEUU), en Sterling (Connecticut) y según indicaron testigos del suceso “Escuchamos que el avión se acercaba, lo vemos todo el tiempo, y de repente se perdió en las copas de los árboles (…) luego vimos un gran humo potente. Cuatro o cinco segundos después, escuchamos una gran explosión”.
Stefanik tenía 61 años. El presidente y CEO de la NASCAR, Jim France, ha sido una de las personalidades que han mostrado sus condolencias por la muerte. A través de la cuenta oficial de la competición dijo que “fue uno de los pilotos más exitosos en la historia de NASCAR, pero aún más, fue un verdadero representante de nuestro deporte. Su naturaleza dura y competitiva y su excelencia en la pista le ganaron el respeto y la admiración de los fanáticos y competidores por igual”.
“Su carrera se extendió más de 30 años, uniendo las generaciones entre Jerry Cook y Richie Evans a nuestros conductores actuales. Grabó logros en este deporte que probablemente son intocables, y su legado como campeón perdurará. Mantendremos a su esposa Julie y a su familia y amigos en nuestras oraciones”, agregó.
El que fuera piloto, nacido en Massachusetts el 20 de mayo de 1958, hizo historia en la NASCAR al ganar tanto en las divisiones Modified y K&N Pro Series East en 1997 como en 1998. Además, en los años 1995, 1997, 1998 y 2004 fue nombrado como el conductor más popular de la serie Busch y también fue nominado a entrar en el Salón de la Fama de la NASCAR.
Mike Stefanik quedará para siempre en la memoria de los amantes del automovilismo al situarse al nivel de Richie Evans por tener el número más grande de victorias en la historia de la NASCAR.