Desde su aparición en el mundo ferroviario, la levitación magnética ha estado asociada con pistas específicas para el desplazamiento de vehículos con esa tecnología. Noticias recientes, cuestionan este principio y ensayan otra variante.
Uno de los elementos que ha limitado el uso extensivo en los Ferrocarriles de los Sistemas MAGLEV desde sus primeros pasos hace casi 40 años, son los elevados costos en de su desarrollo, mantenimiento y uso práctico. Las velocidades alcanzadas con los llamados Trenes de Alta Velocidad, con las variantes incorporadas después del Talgo, el Shinkansen y otros trenes basculantes, junto a la automatización y señalización electrónica de las vías, han alcanzado niveles de satisfacción en el servicio que solo la aviación ha podido aventajar; incluso, en no todos los casos.
Se considera que existen en el Mundo 1.5 millones de km de vías férreas. En Europa, por tomar un ejemplo y solo considerando las vías de Alta velocidad, sobrepasan ya los 10,000 km. de longitud; sobresaliendo en ellas: España; Francia; Alemania e Italia, con alrededor de un 80% de ese total. La sustitución teórica de esta Red multinacional por un Sistema de Levitación Magnética con las tecnologías actuales en un plazo de tiempo razonable, sería irreal; no solo por el costo; también por el tiempo de realización. Es por ello que el reciente anuncio de un sistema MAGLEV que puede usar los carriles convencionales, ha despertado nuevo interés.
Las primeras pruebas de esa nueva modalidad se efectuaron en la Región de Veneto, Italia, en la ruta Adria-Mestre por la Firma Ironlev, que desde 2017 es conocida por sus trabajos relacionados con el Sistema Hyperloop. Pudieron observarse los principios de la Levitación; tales como la reducción del ruido y la vibración en el movimiento del prototipo usado.
El móvil, pesando 1 ton, se movió a 70 km/h. por la vía de 2 km. donde se realizó la prueba. No hubo modificaciones a la pista y se consideró que la tecnología usada, denominada ¨Levitación Magnética Pasiva¨ funcionó sin necesidad de ninguna fuente de electricidad; solamente por las propiedades electromagnéticas del riel y la abrazadera que interactúa con él. El próximo paso anunciado es utilizar un vehículo de 20 ton. de peso y llevar su velocidad hasta los 200 km/h. Aún no se ha informado la fecha de esa próxima prueba.
El principio de Ironlev se basa en la levitación ferromagnética pasiva, método que utiliza imanes permanentes para generar un campo magnético lo suficientemente fuerte como para levantar y suspender un vehículo sobre las vías. Esto crea un ¨cojín de aire¨ que elimina el contacto directo con el riel. La tecnología promete no solo viajes más silenciosos y suaves, sino también una drástica reducción en los costos de mantenimiento asociados con los sistemas ferroviarios tradicionales. Es de considerar que alrededor del 60% del gasto en la operación de un MAGLEV Clásico, es en electricidad
La no tan agradable noticia es el costo de los metales que se utilizan en la construcción de los imanes permanentes. Éstos, contienen las llamadas tierras raras, cuya cadena de suministro está predominantemente controlada por la República Popular de China, lo que plantea un desafío potencial para desarrollar la tecnología de manera rentable. Agreguemos que en dicho País se encuentran los mayores Sistemas MAGLEV del Mundo.
Si Ironlev continúe perfeccionando su tecnología, la posibilidad de integrar ésta en las redes ferroviarias existentes sin necesidad de una nueva infraestructura, podría ofrecer una alternativa sostenible; incluso a no tan altas velocidades, para la movilidad urbana. Habrá que seguir de cerca esta posibilidad tecnológica; sobre todo si la República Popular de China decide incorporarse a esta versión.