Propiedad de Ileana Caldas, una contadora devenida entusiasta del auto clásico por la influencia de su esposo, este Dodge Kingsway 1958 tiene un nivel de originalidad y calidad de funcionamiento de los mejores que hemos reseñado en esta columna.
Por décadas, este automóvil tuvo una vida tranquila. Su primer propietario tenía un pequeño Hillman, el cual usaba a diario, por ser más eficiente. Así, el gigantesco Dodge quedaba reservado para los paseos domingueros, cuando salía toda la familia. Con el tiempo, casi llegó al desuso y, cubierto de polvo, añejado en la penumbra del garaje, vio pasar “sus mejores años”, conservando intacta su esencia.
Allí permanecería hasta los años noventa, cuando Ramoncito –esposo de Ileana– llegó hasta él. Enterado de su venta fue de inmediato a verlo. Siempre practicó la máxima de “grande, ande o no ande” y el formidable Dodge es un excelente ejemplo de la época dorada de los gigantes americanos. Siendo ingeniero mecánico, le bastó una mirada para entender que, detrás de la vestidura ajada, los cromos desteñidos y la pintura algo vetusta, el automóvil estaba entero. Su decisión fue inmediata: tenía que adquirir el Kingway.
Una de los mayores problemas para quienes restauren –o simplemente posean– un auto antiguo o clásico, es la reparación de la carrocería. Encontrar un buen operario es difícil y los costos muy elevados. Este Kingsway, abrigado toda su existencia, sin conocer las penurias de la intemperie, apenas necesitó atención en ese aspecto. Eso permitió concentrar los recursos en la reparación del impresionante V8 Hemi, y la caja automática, de tres marchas. Esta última se llevó hasta Manacas, un poblado al centro de Cuba donde, para muchos, estaban los mejores mecánicos de cajas automáticas de la Isla.
Inscrito al Club de Autos Clásicos y Antiguos "A lo Cubano" desde octubre de 2006, ha ganado varios eventos y exhibiciones. En 2008 obtuvo el segundo lugar en el Concurso de Originalidad, que premia específicamente la conservación de los agregados originales de los vehículos. Luego, en 2009 empieza a dominar este evento, año tras año, llegando alcanzar el máximo galardón: ser considerado Auto Joya, en 2013.
El Kingway fue uno de los modelos de Chrysler destinado a lo que hoy llamamos mercados emergentes. Básicamente era un Plymouth, con detalles para diferenciarlo. Por esta razón, en algunos lugares, la chispa popular comenzó a llamarlos “Plodge”. Los Dodge 1958 fueron casi idénticos a los 1957, con diferencias en la parrilla, de rejilla, y faros dobles del mismo tamaño. El Kingsway 1958 estaba basado en el Plymouth Plaza y el motor más popular fue el V8 de 5.3 L y 245 CV de potencia.