Es poco conocida la aventura de Mercedes con los motores rotatorios Wankel. Mercedes adquirió los derechos de su producción en 1969, de parte de Volkswagen.
El objetivo inmediato de Mercedes con ellos era aplicarlos a su proyecto de un superdeportivo de motor central, que desarrollaba desde 1964. Con el antológico pragmatismo germano, de inmediato conciben el primer –y único– ejemplar de esta serie, el Mercedes-Benz C 101, equipado con el motor Wankel de 1.8 L.
Este solitario ejemplar ya tenía el color naranja y las puertas alas de gaviota, que definirían a esta serie de prototipos. Su motor Wankel tenía tres rotores, de 600 cc cada uno, y una potencia de 280 CV. Por ello el C-101 lograba el 0 a 100 km/h en 5 s y hasta 260 km/h como máximo.
Mercedes-Benz C111 I, 1969-70
Luego, en el mismo año estuvo listo el C111 I, del cual Mercedes armaría 6 unidades. Este era un auto más cuidado, con una aerodinámica de vanguardia, con un extraordinario Cx de 0.33, frenos de discos en las cuatro ruedas y caja de cambios ZF, de cinco marchas. El Mercedes Benz C111 I venía equipado con el mismo Wankel de tres rotores, con idénticas cotas. De las seis unidades, solo queda una en estado completamente original, en el Museo Mercedes-Benz.
Mercedes Benz C111 II, 1970
Este sería el último intento de Mercedes con el motor Wankel. Construyó otras seis unidades, ahora con un motor de 4 rotores de 600 cc cada uno, al cual alimentaron con inyección directa de combustible, desarrollada por Bosch. La potencia se incrementaba hasta unos descomunales 350 CV. Con este Wankel 2.4, el C111 II llegaría de 0 a 100 km/h en 4.8 s y alcanzaría 300 km/h. Cinco unidades han sobrevivido y son propiedad del Museo Mercedes-Benz.
Epílogo del C111 Wankel
Finalmente, Mercedes abandonó el camino Wankel. Los problemas con el consumo, la estanqueidad, las emisiones y costos de mantenimiento le condenaron. Continuó el desarrollo de esta serie C de prototipos con motores alternativos, diésel y de gasolina, esa será nuestra próxima entrega.
Origen del motor Wankel
El nombre de Wankel se debe al ingeniero alemán Félix Wankel, quien los inventó en 1924. Se trata de un motor de combustión interna, que utiliza rotores en vez de pistones alternativos. Su mayor atractivo es su funcionamiento suave, con escasas averías, gracias a la simplicidad de su diseño. Logra una potencia muy superior: con apenas dos rotores se equipara a un seis en línea convencional.
Sin embargo, en este siglo XXI de tecnología híbrida, eléctrica o alternativa sus posibilidades se han reducido drásticamente.