Insultar a los genios es arriesgado. Sus egos, casi siempre, responden llevándolos a rebasar sus propias capacidades. Esto sucedió cuando una acaudalada y noble dama inglesa le señaló a Ettore Bugatti que sus autos jamás podrían competir con los Rolls Royce, los preferidos de la realeza europea. Ofendido, Ettore se sumergió en su estudio y salió con el proyecto del Type 41.
Montado sobre un chasis robusto, el Bugatti Type 41 resultó un vehículo excepcional en todo sentido. Algo así como el Titanic del automovilismo, sin la tragedia. Para controlar la mole de su carrocería, Ettore se enfocó en la proporción de las masas, incorporando una suspensión convencional semielíptica de ballesta en la parte delantera, complementada con un segundo juego de ballestas, detrás. El secreto de una buena suspensión, calidad de marcha, maniobrabilidad y estabilidad es más antiguo que el automóvil y radica en la relación entre las masas suspendidas y las no suspendidas. Allí, puso su toque mágico Buggatti.
Tipo 41 Coupé Napoleón cortesía de Hum3D
Escogió un motor mastodóntico, con casi 15 L de cilindrada. Luego, en la versión “de serie”, fue reducida a 12.7 L. El motor se construyó alrededor de un gran bloque –de casi 1.4 m de largo por 1.1 de alto– y se convirtió en uno de los mayores motores de automóvil jamás concebidos, con una potencia de 275 a 300 CV.
Los Tipo 41 fueron carrozados individualmente, el primero –el 41.110– es conocido como Coupé Napoleón y fue equipado con el gran motor prototipo de 14.7 L. Entre los detalles exquisitos, el conductor tenía delante una serie de botones de hueso de ballena, mientras que el volante estaba cubierto de madera de nogal. La tapa del radiador representaba un elefante, escultura de Rembrandt Bugatti, hermano de Ettore.
Una prueba realizada en 1926 por W. F. Bradley, a solicitud de Ettore Bugatti, para la revista Autocar demostró cómo la construcción del chasis permitía un excelente y equilibrado manejo a alta velocidad, similar al de los pequeños deportivos de Bugatti, a pesar del peso y el tamaño del coche.
Complacido, Ettore lo escogió como su auto personal. En él, tuvo un importante accidente en 1931, al quedarse dormido al volante, y se vio forzado a la reconstrucción del vehículo. Ahora, la carrocería fue obra de Jean Bugatti y es considerada una de las obras maestras de la historia automotriz. Tanto es así, que durante el Holocausto fue escondido y tapiado en la casa de la familia Bugatti para salvarlo de los nazis.
De las 25 unidades planeadas por Ettore, solo se fabricaron seis –todas existen hoy– y solo tres fueron vendidas. Rebasó al Rolls Royce en muchos aspectos y si le comparamos con el Pahntom –producido desde 2003– el Buggatti Tipo 41 Coupe Napoleón es 20 % más largo y 25 % más pesado. Esto lo hace uno de los coches más grandes que jamás hayan rodado en el mundo.