El Grupo Volkswagen se ha volcado hacia la tecnología eléctrica y –como no podía ser de otra manera– su filial checa, Skoda, también se prepara para incursionar en ese nicho, con sus primeros lanzamientos previstos para 2020.
“El futuro de Skoda será eléctrico con seguridad”, afirmó el director general de la marca, Bernhard Meier, al puntualizar que para 2025 “planeamos ofrecer cinco modelos puramente eléctricos en varios segmentos y nos complace que el primero de ellos se construya en la República Checa”.
De ese modo, uno de los primeros modelos 100 % eléctricos que saldrán de la planta de Mladá Boleslav será un SUV coupé –que incluiría un sistema de conducción autónoma de nivel 3–, aunque igual esos planes contemplan una versión del Skoda Vision E Concept, algo así como un Superb eléctrico.
No se ha confirmado aún si el modelo de producción tendrá las mismas especificaciones, el prototipo anunciaba 306 CV derivados de dos motores con una autonomía de 500 km, muy a tener en cuenta.
También, está previsto que la firma aproveche el desarrollo del Volkswagen I.D. para crear una variante denominada Felicia E; además de otro SUV compacto con motorización eléctrica, un coupé de dos o cuatro puertas y un Citigo E.
Antes de emprender esa ofensiva eléctrica, Skoda tiene previsto lanzar en 2019 un Superb PHEV (cuya versión híbrida saldrá Kvasiny), a la par que fabricará componentes para los híbridos enchufables del grupo alemán.
Sin embargo, ya este mismo año debe aflorar más información sobre los inminentes productos eléctricos, autónomos y conectados de la marca, siguiendo la estela de sus presentaciones en el pasado Salón de Shanghái.