Viendo el reciente comportamiento del mercado automotriz, ya podemos decirlo: Seat hizo su agosto en el mes de julio, al cerrar el mes pasado con un volumen mundial de ventas de 52 700 unidades, un 35.7 % más que en 2017.
No obstante, la misma frase podría extenderse a todo el 2018, luego de que la marca española completase, a ritmo de récord, el mejor primer semestre de su historia, con un total de 342 700 nuevas matriculaciones para un crecimiento interanual del 20.1 %.
Y es que sin duda sus modelos están teniendo una aceptación envidiable en las principales plazas europeas como Alemania, Reino Unido o Francia; aunque las claves tal vez siguen estando en el mercado español y el éxito de su gama todocamino.
El Seat Ibiza, por ejemplo, ha sido el primer modelo del grupo Volkswagen en estrenar la plataforma MQB A-0, incluso antes que el Volkswagen Polo y que el flamante Audi A1.
Asimismo, resalta su apuesta por la propulsión a base de gas natural, una tecnología importante para el futuro de sus modelos que va a permitirle al fabricante de Martorell reducir sus emisiones de CO2, de cara a las estrictas restricciones y multas que impondrá la Unión Europea a partir de 2020.
Aunque tampoco hay que olvidar la conectividad como aspecto clave, que ha llevado a Seat a erigirse en la marca de todo el grupo Volkswagen con el cliente más joven, diez años menos que la media del consorcio de Wolfburgo, a partir del desarrollo de nuevas aplicaciones y la experimentación con la tecnología 5G para comunicar el vehículo con las infraestructuras y con los otros vehículos en circulación.
En fin, que la firma presidida por Luca de Meo parece haber encontrado la ruta hacia un crecimiento exponencial de sus ventas que bien podrían convertirla en un actor principal dentro del sector en los próximos años.
