
El Lincoln Navigator tiene una meta: ser el SUV más lujoso posible. Repleto de accesorios, y toda clase de finezas es todo un trasatlántico rodante.
El vehículo insignia de Ford Motor Co. pone el listón a tope al actualizarse para el próximo 2019. Su poderosa imagen está regida por la elegancia. Desde la parrilla frontal –rediseñada totalmente buscando realzar sus líneas con una elevación sutil, que le imprimen un espíritu imponente y a la vez moderno– hasta el techo panorámico Vista Roof; el más grande del segmento. El lujo llega a detalles increíbles, desde fuera del SUV, al acercarte, los estribos se despliegan e iluminan automáticamente, mientras que un tapete luminoso con el logo Lincoln en la entrada de la puerta se proyecta en el piso.
La vida a bordo del Lincoln Navigator es sofisticada, no creo que sus propietarios puedan llegar a usar todas las facilidades, sistemas y entretenimientos disponibles. Sus tres filas de asientos aseguran una posición perfecta, cuentan con 30 posiciones diferentes y función de masaje, siendo el primer Lincoln con 3 perfiles, y la capacidad para memorizar exactamente la posición de los asientos, altura de volante, calefacción, enfriamiento, radio, panel de instrumentos y más de 80 características personalizables. Merece mención el centro de medios que cuenta con pantallas de 10 pulgadas para reproducir multimedia y también el contenido de dispositivos electrónicos. Además, con la consola trasera los ocupantes podrán controlar audio, clima, volumen y el techo panorámico.
La movilidad del Lincoln Navigator llega gracias al V6 de 3.5 L y 450 CV de potencia, acoplado a una transmisión automática de 10 velocidades. La calidad de marcha la garantiza una suspensión inteligente, capaz de adaptarse a siete diferentes condiciones de manejo. Luego llega la electrónica y, dentro de un infinito listado, escogemos señalar el head-up display, cargador sin cables para dispositivos, aviso de alerta de cambio de carril, sistema de acceso inteligente sin llave y arranque con botón de encendido, sistema de monitoreo individual de presión de llantas, sistema de navegación con reconocimiento de voz, alarma perimetral antirrobo mejorada con sensor de inclinación, asistencia de manejo en descenso y asistencia pre-colisión con detección de peatones. Insisto, es solo por mencionar algunos.
Pero si alguna vez llevamos alguna carga al Lincoln Navigator, o mucho equipaje, el acceso al área de carga es notable, pues con solo apretar un botón la segunda y tercera fila se reclinan logrando un gran espacio con una superficie totalmente plana para que tú puedas trasladar lo que necesites. No hay dudas un vehículo fastuoso, al que debemos pensarlo antes de subirnos con barro en los zapatos.