Si tienes una moto debes tenerla en buenas condiciones y prestar atención a varias cosas y una de las principales es el mantenimiento.
Llevar de manera correcta el mantenimiento de nuestra moto implica fijarse con atención en varios detalles que en muchas ocasiones se pasan por alto y que puede afectar no solo a la salud de nuestra compañera de viajes, sino que también pueden influir directamente en nuestra seguridad.
1. No comprobar el nivel de aceite de tu moto
Uno de los principales errores que se comenten en el mantenimiento de una moto es el de no comprobar de manera frecuente el nivel de aceite del motor.
Si nuestro motor no tiene suficiente lubricación, rápidamente se dañará. Si llegamos a griparlo, a parte del dineral que nos costará la reparación, nos pondremos a nosotros mismos en grave peligro si ocurre en marcha.
2. No utilizar el aceite apropiado
Que el motor lleve la cantidad de aceite justa es vital. Pero no menos vital es que el aceite sea el apropiado. No todos los motores necesitan las mismas viscosidades y aditivos. Hay motores que necesitan aceites específicos para mantener sus distintas partes en óptimas condiciones.
Para ello, bastará con ver el aceite recomendado por el fabricante y respetar el SAE marcado.
3. No comprobar el nivel de refrigerante
Para que una moto funcione correctamente, hay que estar siempre muy al tanto de los niveles de líquidos que necesita. Si tu moto está refrigerada por líquido, conviene que revises también el nivel de refrigerante, sobre todo en épocas de temperatura extrema, tanto frío como calor.
Si nuestro radiador no lleva el suficiente anticongelante no se disipará todo el calor debido en verano y eso afectará al rendimiento de nuestro motor. Además, si el nivel es demasiado bajo puede ser indicativo de que tenemos una fuga, ya sea a través de algún manguito o del propio radiador, a través de la bomba de agua o incluso por una fisura en la culata.
4. Tensado y engrase de la cadena de tu moto
La cadena de la moto es uno de los elementos sometidos a mayores esfuerzos y que más se pasa por alto en muchos casos. Es muy importante que esté bien lubricada y con la tensión perfecta para minimizar el desgaste de todo el kit de arrastre, compuesto por piñón de ataque, corona y cadena.
Hay motos llevan sistemas de engrase automático, pero en cualquier caso debemos estar atentos. También hay que asegurarse de que la tensión sea la correcta y regularla cuando tenga demasiada holgura para evitar que se nos salga, pero con cuidado de no tensarla demasiado para evitar que se parta o un desgaste prematuro.
5. Olvidarse de la corona y el piñón de ataque
La corona y el piñón son los grandes olvidados, pues son tan importantes como la cadena para transmitir la fuerza a la rueda trasera. Debido a las vibraciones y al esfuerzo que soportan, los tornillos que la anclan al buje de la llanta trasera o al portacoronas se van aflojando.
Si no los apretamos de vez en cuando, la corona puede arrancarse de la llanta y causar graves daños a nuestra moto o a nosotros mismos. Un buen truco es el de usar sellador de tornillos. De esta manera, será muy difícil que se aflojen solos. También hay que revisar el estado de los dientes, si están deformados toca cambiarlos.
6. No revisar el desgaste de las pastillas y discos de freno
Esto debemos hacerlo sobre todo por nuestra seguridad. Quedarse sin frenos es una sensación nada agradable cuando vas en movimiento.
Al margen del grave peligro que correremos, si dejamos que las pastillas de freno se desgasten demasiado dañarán la superficie del disco y nos tocará sustituirlo con el consiguiente desembolso económico. Agacharse de vez en cuando para comprobar el espesor de los ferodos de las pastillas nos ahorrará dinero y disgustos.
7. No limpiar las suspensiones
Si nuestra moto lleva horquillas telescópicas (convencionales o invertidas), llevará retenes. Y si lleva retenes para mantener el aceite dentro de la barra, estos se pueden agrietar o rasgar. Uno de las principales culpables de que esto suceda es la suciedad que se acumula en los guardapolvos.
Si la limpiamos de manera habitual, los retenes gozarán de buena salud durante mucho más tiempo. Si se rompen, la fuga de aceite puede obligarnos también a cambiar las pastillas de freno en el caso de que lleguen a impregnarse. Por eso, dar una pequeña limpieza a las barras de la suspensión es algo siempre positivo.
8. No repasar los tornillos principales
Una moto es una máquina y como tal, está expuesta a grandes vibraciones. Estas vibraciones, con el paso del tiempo, hacen que los tornillos del chasis y de partes rígidas se vayan aflojando poco a poco.
Si no los apretamos de vez en cuando, corremos el peligro de que se suelten y se acaben cayendo, dejando partes de nuestra moto sueltas. Esto suele pasar sobre todo en tornillos de la carrocería, del manillar, de los mandos… Gastar unos minutos en comprobar que los tornillos que veamos estén bien apretados siempre nos vendrá bien.
9. No revisar el estado de las luces de tu moto
Las luces de la moto siempre tienen que estar encendidas para que nos vean el resto de conductores, y aunque no estén conectadas todo el tiempo son igualmente importantes. Si se nos funde alguna, rápidamente estaremos en riesgo.
10. No revisar los neumáticos
Los neumáticos son los responsables de que nuestra moto tenga agarre sobre el asfalto y por ello, son los responsables de nuestra seguridad.
Pero no vale de nada tener buenos neumáticos si no los hacemos trabajar a la presión adecuada. Es muy simple, basta con consultar las especificaciones del fabricante para ver la presión que necesitan.
Y ya sabes, pasar más tiempo con nuestra moto nos ayuda a estrechar lazos y conocerla mejor para luego disfrutar al máximo de todo lo que nos puede ofrecer.