Aunque los pronósticos hablan de una permanencia de los vehículos de combustión, los ómnibus eléctricos son esenciales a la hora de rebatir tendencias.
Mil ómnibus eléctricos en circulación significan un desplazamiento en el consumo diario de 500 barriles de petróleo. No hay dudas: en los autobuses se mueven una gran mayoría y con ellos hay que contar para hablar de la movilidad en las ciudades de un futuro cercano, esas que se esperan sean más verdes.
La industria del petróleo todavía no tiembla, explica la agencia analítica estadounidense Bloomberg, pues en su conjunto —buses y vehículos eléctricos— representan solo un desplazamiento del 3% en la demanda de petróleo.
Bosh, el proveedor de tecnologías y servicios, apuntaló recientemente el pronóstico: en 2030, aproximadamente el 75 por ciento de todos los vehículos ligeros nuevos todavía serán propulsados por un motor de combustión interna.
Pero el punto verde lo ponen los autobuses. El factor determinante es que los buses tienen un peso y una perspectiva mayor debido a su tamaño y uso continuo. Por lo que, cuando son de combustión interna son consumidores importantes y el ahorro de diésel es significativo cuando pasan a energía alternativa.
Para finales de este año serán 270 000 los barriles diarios de diésel los que se ahorrarán gracias a la presencia de vehículos eléctricos de pasajeros, una demanda que responde sobre todo a China, hogar de más de mil millones de habitantes.
España es otros de los que cada vez más se une a la tendencia del ahorro ecológico y la disminución de emisiones dañinas. Una flota de 15 autobuses eléctricos de la marca china BYD Ebus llegarán a Madrid a inicios de 2020, otro tanto se ha hecho en las urbes de Barcelona, Valencia y Badajoz.
¿Y Cuba? Desde noviembre de 2017 comenzó la prueba con el ómnibus eléctrico E12, el primero de su tipo en la Isla, en la Terminal de Palatino, en La Habana; mientras que, en enero pasado, se adquirieron 39 híbridos, actualmente en explotación.
De seguir así, hacia 2040, los vehículos eléctricos podrían desplazar de la demanda hasta 6.4 millones de barriles de petróleo por día, muchos de ellos gracias a los ómnibus. Nada mal para un primer paso hacia la ciudad del futuro.