La firma francesa Renault espera mejorar sus cifras en el segundo semestre con la llegada del nuevo Clio mini y una actualización del eléctrico Zoe.
Sin duda, hay una jungla de asfalto ahí afuera. Y viendo como evoluciona la industria automotriz, no es de sorprender que los fabricantes traten de aprovechar cada curva de ventas, cada fluctuación del mercado, para tomar ventaja y superar a la competencia.
Renault, desde luego, no es la excepción, por lo que ya prepara una auténtica ofensiva de productos para retomar el impulso de sus matriculaciones, después de un primer semestre convulso en el que experimentó un leve declive ante la desaceleración mundial del sector.
Pues sí, entre enero y junio las entregas de la firma francesa disminuyeron a 1,94 millones de vehículos livianos, un 6,7 por ciento menos que el mismo periodo del año anterior, aunque esa baja fue menor que la contracción del mercado global del 7,1 por ciento.
Después de capear el temporal, sin embargo, toca recuperarse, dijo a periodistas el jefe de ventas de Renault, Olivier Murguet. De ahí que la compañía espera reflotar esas cifras con la llegada al mercado del nuevo Clio mini y una actualizada versión del eléctrico Zoe.
El Clio, por ejemplo, contará con un completo abanico de propulsores de gasolina -todos ellos inéditas en su gama- y diesel, en un rango de potencias de 75 a 130 CV, que ofrecerán niveles de consumo y emisiones entre los mejores del mercado, además de sumar a partir del 2020 una motorización híbrida denominada E-TECH.
Y por si fuera poco también expandirá su red de fabricación y ventas a Nigeria, un mercado con gran proyección, al poseer más de 200 millones de habitantes.
En tanto, el Zoe es la tercera generación de su exitoso coche urbano 100% eléctrico, que ahora podrá llegar hasta los 390 kilómetros de autonomía WLTP y alcanzar una velocidad punta máxima de 140 km/h.
