Uno de los aspectos fundamentales en el mantenimiento de los autos es cuidar la batería del coche eléctrico, aún más cuando cada día se imponen estos tipos de vehículos sobre los de combustión.
La batería es uno de los componente más caros de un auto eléctrico. Según datos de Bloomberg New Energy Finance, en el año 2015 la batería suponía el 57 % del coste total de un coche eléctrico. Esa cifra se encuentra ahora en un 33% y las previsiones, lo sitúan en un 20 % para el año 2025.
Para este artículo nos centraremos en las baterías de iones litio, una tecnología que ha alcanzado alto nivel de popularidad y desarrollo industrial, no solo en la automoción, sino en todas las aplicaciones de almacenamiento eléctrico. No obstante, tienen una vida útil y van perdiendo capacidad con el uso y el paso del tiempo.
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Que el momento de cambiar la batería llegue antes o después, o no llegue nunca, no depende solo de la calidad constructiva, de la gestión electrónica y de la tecnología, también está condicionada por el uso (o mal uso) que hagamos de ellas.
Los principales factores que afectan a la degradación de una batería de iones de litio son los ciclos de carga, la potencia de carga/descarga, los límites/profundidad de carga/descarga y la exposición a altas temperaturas. A continuación nos referiremos a los dos primeros, y en una segunda entrega les presentaremos los otros dos.
Ciclos de carga
Que una batería haya cumplido un ciclo de carga significa que ha suministrado tanta energía como capacidad total dispone. Eso no quiere decir que para cumplir un ciclo de carga haya que vaciar la carga del 100% al 0% y volver a cargarla al completo, sino que también puede ocurrir con descargas parciales.
Por ejemplo, que se descargue la batería de un 100 % a un 50 %, volverla a cargar a 100 % descargarla de nuevo al 50% y volverla a cargar al 100 %. Se cumpliría así un ciclo completo.
No todos los ciclos de carga son iguales ni afectan de la misma manera a la degradación de la batería.
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Contar con una batería de gran capacidad contribuye a que su degradación sea más lenta. A mayor capacidad, menores ciclos tendrá que realizar para entregar la misma cantidad de energía. Es decir, menores ciclos tendrá que realizar para recorrer la misma cantidad de kilómetros.
Por lo que el consejo clave es buscar una batería de alta capacidad, para que recorra mayores distancias en un mismo ciclo de carga.
Límites y profundidad de carga y descarga
La profundidad de descarga y los límites de carga son dos factores que afectan a la vida de la batería de un coche eléctrico. Las baterías se encuentran más cómodas en la parte intermedia de su capacidad de carga, más o menos entre el 30% y el 80%, y mantenerlas dentro de esos límites combate la degradación.
De nuevo, contar con una batería de gran capacidad también es de gran ayuda, ya que además de reducir el número total de ciclos, se mantendrá mayor cantidad de tiempo en el rango donde trabaja más cómoda.