En la justa mitad del siglo XX, Cadillac era una marca invencible. Los pedidos eran infinitos y, sencillamente, exterminó a la competencia. ¿Eran acaso mejores que la ”realeza“ inglesa de Rolls, Bentley y Jaguar? Acompáñenos, hoy nos montamos en un Cadillac Fleetwood 60 de 1949.