La idea de crear una casa flotante de pequeñas dimensiones, lujosa, confortable y responsable con el medio ambiente está en marcha: AmperAge.
El proyecto va de la mano del diseñador Max Zhivov, quien recibe la colaboración de los ingenieros navales de la empresa con sede en St. Petersburgo Ameta Shipbuilding.
AmperAge es una nave pequeña, pero con una zonificación bien pensada para el disfrute y no confrontación de los pasajeros: tres camarotes para un máximo de 6 personas, una sauna para la relajación y en la cubierta superior un espacio para tomar el sol y disfrutar el paisaje. El aire no será problema al estar rodeada con paneles de cristal, por lo que esta promete ser la zona de mayor acción diseñada de forma tal que se pueda instalar un tobogán, hacer comidas al aire libre o realizar fiestas o reuniones entre amigos y/o familiares.
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Pero no solo los que viajen en la cubierta disfrutarán del paisaje, en el interior también se puede, gracias a la gran superficie de cristal que rodea la embarcación como si de ventanas de una casa se tratase.
Es un yate totalmente eléctrico, ligero, duradero y resistente gracias a la aleación de aluminio marino para su construcción, muy necesario dado que el paquete de baterías, que pueden ser recargadas con paneles solares y alimentará a dos motores eléctricos, harán pesada la embarcación. Se refuerza con un pequeño generador diésel en un compartimento insonorizado para dar mayor energía durante los cruceros largos y el uso del sauna.
Para algunos parecerá tosca o poco atractiva, otros verán rasgos que le recuerden la arquitectura contemporánea o la tecnología, incluso para los que conocen la lanchita de Regla pueden verla como una versión futurista de tan emblemático ferry habanero, lo que sí es evidente que AmperAge es un yate de lujo con una visual diferente, que quiere darse a notar y es consciente con el medio ambiente.