Diseños y tecnologías amigables con el medio ambiente y más eficientes, para disminuir costos en la transportación marítima mundial, ocupan el primer lugar en las previsiones sobre los barcos del futuro.
El transporte marítimo de mercancías alrededor del planeta es vital para el desarrollo de una economía mundial cada vez más trasnacional. En ese empeño, los supercargueros son el principal medio para mover los productos, pero consumen de paso una cuota excesiva de combustibles fósiles del mundo; lo cual afecta al medio ambiente y encarece las transacciones mercantiles por el alto costo que alcanzan dichos combustibles.
Según El Español, el futuro del transporte marítimo comienza por la utilización de motores a diesel tradicionales más eficientes en el consumo y diseños de cascos para los buques que ofrezcan menor resistencia al agua en su traslación. El futuro más lejano y hacia donde se dirigen hoy las investigaciones y estudios es hacia la utilización de nuevos combustibles, más baratos y amigables con el medio ambiente, el regreso de la vela y la utilización de inteligencia artificial para lograr una navegación más segura en los barcos del futuro.
Inteligencia artificial (AI) para la navegación autónoma
La unión de Industrias Ferri, la Universidad de Vigo, en España y el CIME ha dado como fruto un sistema denominado proyecto Ulises, centrado en la automatización de la navegación, y capaz de ser instalarlo en cualquier buque, independientemente de su tamaño.
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Este proyecto prevé la utilización de la robótica para logar la navegación autónoma marítima. El mismo puede establecer el posicionamiento de la nave y logar que mantenga la posición y rumbo preestablecidos.
Otro de los proyectos sobre la introducción de la AI para lograr embarcaciones totalmente autónomas es la tecnología Rolls-Royce Ship Intelligence, desarrollada por la compañía inglesa en colaboración con gigantes como Intel.
A pesar de esto, ni en los autos se ha logrado una total autonomía que prescinda de los tripulantes, lo que por el momento mantiene a salvo los puestos de trabajo de los trabajadores de la industria naviera.
El regreso de la vela, otros combustibles y electricidad
En la región de Cataluña, España, la compañía Bound4Blue ha logrado el diseño de velas rígidas, orientables y plegables capaces de, mediante la fuerza del viento, impulsar a grandes barcos petroleros mercantes.
Otro ejemplo de las nuevas tecnologías en la navegación de los barcos del futuro es el catamarán Energy Observer, el que se planea que transite 110 puertos localizados en 50 países sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera, utilizando paneles fotovoltaicos capaces de propulsar al navío de día y, de noche, hidrógeno generado por el propio buque mediante electrólisis; cuando exista viento pude utilizar además velas rígidas similares a las de Bound4Blue. Este catamarán ambiental lleva ya 18 000 millas náuticas, 25 países y 48 puertos recorridos utilizando sus tecnologías limpias.
Otro buque diseñado respetando al ambiente y evitando la contaminación es el DuchtCraft DC25, el que utiliza electricidad para su propulsión a popa, mediante unas baterías que proporcionan entre 89 y 134 kW/h.(En portada).
Alcanza una velocidad de 32 nudos (59 km/h) por 75 minutos y a 6 nudos (11 km/h) por hasta 6 horas; posee además un casos de fibra de carbono que permite el mayor aprovechamiento de la batería del barco. Puede transportar 12 pasajeros y un sistema de railes en cubierta que permite la modificación del mobiliario del barco a gusto del propietario, alcanzando un precio de 275 000 euros.
Los barcos del futuro ya están aquí, las tecnologías limpias se empiezan a utilizar cada vez más en la navegación y esperemos que no sea tarde para borrar la huella ecológica y salvar al planeta.