Es exclusivo y según el director de Diseño de Rolls-Royce, Giles Taylor, el Sweptail, basado en el modelo de producción Phantom, es la alta costura para el sector automotriz de la marca de la doble R.
Solo existe un ejemplar y la firma tardó cuatro años para cumplir con el encargo, un pedido especial, un capricho de “un cliente” que prefiere continuar en el anonimato, aunque se rumora que es un multimillonario, un coleccionista de aviones y yates que anhelaba unificar sus dos pasiones en un automóvil. Cuando se presentó en el Concorso d'Eleganza Villa d'Este 2017 fue todo un espectáculo.
Así que, la espera valió la pena. El auto es una verdadera joya, digna de admirar: un biplaza deportivo inspirado en las carrocerías que producía la firma allá por la década de 1920. Su diseño elegante nos seduce con su techo panorámico acristalado que ilumina el habitáculo y resalta hasta el más mínimo detalle; además de los trabajos en madera de ébano, el cuero, el titanio y para rematar una botella que emerge para degustar un excelente vino.
La carrocería del Sweptail es distintiva, termina en forma de yate o para ser más preciso semeja la popa del barco. Bajo el capó ruge el motor del Rolls-Royce Phantom, un propulsor V12 de 6.75 L con más de 450 CV.