Un breve recorrido por los automóviles más relevantes de la primera mitad del siglo XX en Cuba es lo que expone el Museo del Automóvil de La Habana.
“El Garaje”, así lleva por nombre en su nueva sede cita en la calle San Ignacio, entre Amargura y Teniente Rey, en el Centro Histórico de la ciudad. Y es que este lunes fue reinaugurado en su totalidad el Museo del Automóvil de La Habana como parte de las actividades por el aniversario 501 de la fundación de la villa de San Cristobal de La Habana. Ya en 2019 había sido inaugurada una parcela que exhibía el auto “De Soto”, donado al historiador de La Habana Dr. Eusebio Leal Splengler en junio de 2016, por el reconocido coleccionista de autos antiguos, empresario y filántropo estadounidense Richard Herman Driehaus.
En las paredes del recinto cuelga un cartel que explica qué fue “La Parisienne”, el primer auto introducido en Cuba en 1898 por José Muñoz. Con faroles de mecha y bencina como combustible, alcanzaba una velocidad máxima de 12 km/h con una potencia de dos caballos de fuerza.
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Autos como el Masserati similar al del legendario Juan Manuel Fangio y que utilizaria para el Grand Prix de La Habana en 1957, los tres Papamóviles en los que el pontífice Francisco se desplazó durante su visita a la nación caribeña por las ciudades de La Habana, Santiago de Cuba y Holguín en 2014, entre otros clásicos de gran valor patrimonial repletan este aparcamiento.
En palabras inaugurales, Ignacio Reyes, director de la institución, recordó con agradecimiento la labor de Eusebio Leal Spengler, a quien calificó como salvador de la colección que ahora se exhibe y a la cual se le incluyó el auto utilizado por el Historiador de la ciudad durante los últimos años de su vida.
En conversación con Ignacio Reyes, apasionado por los autos y amigo de Excelencias del Motor, nos comento que esta reapertura era un momento deseado y muy especial. “Se han logrado conectar los tres espacios con que cuenta el museo. En la sala pricipal se encuentra una parte importantisima de la colección, pues se intercalan modelos de autos que han pertenecido a distintas personalidades de la cultura, la politica, personajes populares de la Isla. Es muy romántico saber que estos íconos han dejado algo de ellos en nuestra sede”. Asimismo, destacó que constan vehículos donados por diversas instituciones como una Limousina de 1980 y un Jaguar de 1989 por la Embajada Británica.
“Tenemos el plan de crear una nueva parcela para guardar vehículos importantes que se encuentran dentro de la coelcción, como un Cadillac V16 de 1930; un Mercedez Benz 190 SL de 1956, que perteneciera al comandante Camilo Cienfuegos; un Fiat 525 N, perteneciente a Flor Loinaz y que aún conserva una huella de disparo de bala en la parte trasera”.
Cuba es uno de los países que más autos clásicos atesora y este museo del automóvil constituye un nucleo importante para la vida cultural automotriz, con el interés de canalizar y visivilizar la historia que rueda por nuestras calles.
📷:Sergei Montalvo Aróstegui