
Mientras celebra su centenario por todo lo alto, Aston Martin ha consumado una de las alianzas más esperadas de cuantas se han planteado en los últimos tiempos, al firmar un acuerdo de colaboración con Mercedes AMG para el desarrollo de vehículos deportivos.
De esa manera, Mercedes-AMG ofrecerá propulsores con especificaciones muy definidas que renovarán a los clásicos V8 y V12 británicos, aunque la casa matriz Mercedes-Benz también colaborará ofreciendo sus conocimientos en materia eléctrica/electrónica a la compañía inglesa. En tanto, el grupo Daimler recibirá a cambio un 5% del valor del fabricante británico sin realizar desembolso alguno y tendrá, además, un representante como ”observador“ en el consejo de administración de Aston Martin.
Justo así, a partir de ahora, Mercedes-AMG se convertirá en el pilar fundamental del desarrollo de la marca de autos deportivos de lujo, aunque el acuerdo de colaboración con Ford para la fabricación de propulsores seguirá vigente, al menos, hasta 2017.
De ahí que, con casi toda probabilidad, el primer modelo en el que veremos los frutos de esta sinergia será la siguiente generación del Vantage, lo que abre un gran abanico de posibilidades para la marca inglesa, cuya gama consta actualmente del microurbano Cygnet (basado en el Toyota iQ), el Vantage (en sus versiones V8, S, V12 y V12 S), el inmortal DB9, la berlina Rapide S y el buque insignia Vanquish.
No en balde, el presidente de Mercedes AMG, Ola Källenius, expresó su orgullo por la consecución de este acuerdo, que será muy beneficioso para ambas partes, mientras el director de Desarrollo de Producto de Aston Martin, Ian Minards, resaltó que la posibilidad de incluir componentes de Mercedes AMG en sus futuros modelos ”es claramente una buena noticia“.