
La llegada de Mary Barra al frente de General Motors ha sido una de las noticias más importantes de la industria, en la semana pasada. Se trata de una apuesta fuerte del gigante americano por rescatar posiciones en el mercado mundial, cuando incluso ha tomado el control del último paquete de la compañía que quedaba en poder del Gobierno de los Estados Unidos. Modelos como el Cadillac ATS pondrán a prueba estas osadas decisiones. Veamos.
Para este verano General Motors estará comercializando la versión cupé del Cadillac ATS, la cual comparte, como es lógico, varios elementos con la versión ”convencional“. La carrocería, de dos puertas y cuatro plazas, mide 4,66 metros de longitud, 1,39 metros de altura y 1,84 metros de anchura. Estará disponible con dos motores de gasolina, uno de cuatro cilindros, 2,0 litros de cilindrada, turbocompresor y 276 caballos de potencia; y otro, de seis cilindros, 3,6 litros de cilindrada y 325 caballos. La tracción puede ser en las ruedas traseras o en las cuatro, y la caja de cambios puede ser manual de seis marchas -solo para el motor de menor potencia- o automática de convertidor de par, también de seis marchas.
La suspensión es McPherson en el eje delantero y de paralelogramo deformable en el trasero, aunque también es posible instalar una amortiguación de dureza variable. Este elemento forma parte de un paquete para mejorar las cualidades dinámicas y compuesto, además, por un diferencial autoblocante mecánico, una dirección más rápida, un sistema de refrigeración del motor de alta capacidad, un equipo de frenos más potente (con pinzas de la marca Brembo) y ruedas de verano en lugar de unas de todo tiempo. El equipamiento de serie y opcional incluye la alerta por cambio involuntario de carril, el cual además de avisar al conductor que está abandonando el carril de forma involuntaria, puede llegar a mover la dirección para corregir dicha situación. Ha sido mejorado el sistema de control de vehículos en el ángulo muerto.