
PSA se está activando, eléctricamente hablando, con bólidos deportivos. El Peugeot EX1 sorprendió a todos con sus prestaciones, sobre todo de aceleración con varios récords, y ahora le llegó el turno al Citroën Survolt. Este cupé deportivo, ciento por ciento eléctrico, se dejó ver en el pasado Salón de Ginebra 2010 de manera estática, pero ahora la casa francesa lo ha puesto a prueba en un circuito.
Sus líneas de diseño nos hacen pensar que estamos bien adentro del siglo XXI y su sonido, cuando rompe la inercia, nos recuerda el que emite un pequeño auto de juguete por control remoto. Pero nada de eso, estamos en los primeros años de este siglo y se trata de un auto real que pesa 1.1 toneladas, tiene un largo de 3.85 metros y lo mueven dos motores eléctricos que suman una potencia de 300 CV.
La transmisión de variación progresiva, dirigida al tren trasero, hace que acelere de 0 a 100 km/h en 5.0 segundos y que alcance una velocidad máxima de 260 km/h. La autonomía no es su fuerte, en modo normal de conducción puede recorrer, con las baterías llenas, unos 200 km; sin embargo, si lo forzamos al modo deportivo solo podremos rodar unos 25 km.
Sin tener una aceleración de espanto ni una velocidad punta que asuste, llevar un Citroën Survolt se antoja divertido. Hay que darle crédito al sistema de dirección y a la estabilidad, sin dejar de mencionar su llamativo diseño que se acentúa con: los chevrons frontales (logo de la marca), la apertura de las puertas, la combinación de colores (negro, plata y azul claro) y las impresionantes llantas de 19 pulgadas de diámetro, calzando neumáticos 255/35.