Corvette Stingray 2013: tradición, tecnología y performance

Creado: Dom, 07/07/2013 - 18:35
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Jorge Esténger Wong
Corvette Stingray 2013: tradición, tecnología y performance

Con novedades mecánicas, de diseño y mejores materiales el Chevrolet Corvette Stingray, llegará para fines de año.  Cargado de todo el lastre histórico que lo define el Stingray nunca será un modelo más dentro de este segmento y a sus performances habrá que añadir esa cuota de ”pedigrí“ propia de un vehículo con su historia. Aquí están los detalles.

Se espera que estará disponible para el otoño de este 2013, y tendrá dos variantes de carrocería: una coupe y otra convertible.  La primera tiene la peculiaridad de que una parte del techo es una pieza rígida que se puede desmontar a mano y de la descapotable solo conocemos que tendrá un techo de lona.  La carrocería de ambas tendrá una estructura de aluminio -con algunas piezas de magnesio- mientras que los paneles de la carrocería serán de material compuesto, algunos de fibra de carbono.  Su longitud de será de unos 4,5 m de longitud y apenas 1,33 m de altura.

La distribución mecánica es la convencional en los Corvette con el motor en posición central delantera y la tracción en las ruedas posteriores.  El motor será el LT1 -un típico V8 americano, atmosférico, de 6,2 litros de desplazamiento-  el cual logra 466 caballos de potencia. Es totalmente de aluminio y mantiene dos válvulas por cilindros, y el árbol de levas en el bloque.  Hasta aquí, casi igual al anterior.  Sin embargo, tiene cambios importantes: es de inyección directa, tiene distribución variable continua y desactivación de cilindros, lo que en General Motors significa que puede funcionar con solo cuatro cilindros, a velocidad sostenida o, cuando se requiere muy poca aceleración. El escape lleva un sistema de válvulas controladas electrónicamente que permiten variar el paso del gas y por lo tanto el ruido que produce.  El motor puede ir unido a un cambio de marchas automático de seis velocidades o, a uno manual de siete. El cambio de marchas automático es de convertidor de par y para ambos sistemas hay un control electrónico que permite salir desde parado con la máxima aceleración.

En el interior también hay cambios apreciables: el volante es de menor diámetro, los asientos se pueden elegir de dos tipos, uno de ellos previstos para el uso en circuito y la instrumentación ahora está compuesta por pantallas, en lugar de los tradicionales indicadores de aguja. También hay una pantalla en la consola central, con un manejo táctil. El sistema de información proyectada en el parabrisas está mejorado, puesto que ahora representa los datos en varios colores y tiene un programa para uso en circuito.

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Jorge Esténger Wong