”Inutilidad o los restos del Titan“. Este es el nombre de una novela, escrita 14 años antes del hundimiento del Titanic, que describe el hundimiento de un trasatlántico llamado SS Titan, tras chocar con un iceberg, en un accidente casi idéntico.
Morgan Robertson, su autor, de modo premonitorio, cuenta sobre este barco al que da la misma apariencia, las mismas medicas prácticamente, peso, longitud, capacidad de pasajeros, y hasta le llama buque insignia, orgullo de la naviera que lo fabricó, que no tenía la cantidad de botes necesarios; todo casi idéntico al Titanic, menciona que es un buque de lujo para millonarios y que su experimentado capitán se apellidaba Smith. Curioso, ¡verdad!
El RMS Titanic, el más grande y lujoso barco jamás construido hasta entonces, se construyó casi idéntico al RMS Olympic, barco que si bien era un poco menos lujoso que Titanic, ostentaba casi las mismas dimensiones, 269 m de eslora, y 28.2 de manga, pero el Olympic desplazaba 1 004 t menos, y una cubierta diferente, la del Titanic había sido modificada para clientes exigentes de primer nivel.
Ambos barcos superaban al Mauritania y al Lusitania. El Olympic poseía piscina, cancha de squash, gimnasio y hasta baño turco, no era un barco cualquiera, Titanic lo superaba solo en algunas cosas y lo terminó superando con creces por su terrible destino.
El Titanic zarpó tranquilamente un mediodía de abril, con su capitán, apellidado Smith, con 2 227 personas anotadas a bordo, aunque eso es difícil de asegurar, ya que hubo cancelaciones de último momento y también polizontes ilegales a bordo del buque.
En la mañana del 14 de abril el buque Caronia alertó sobre icebergs en la zona, por la tarde tres buques, el Baltic, el Amerika y el Noordan volvieron a advertir sobre icebergs en esa zona, esa misma tarde el SS Californian volvió a emitir varios comunicados sobre el mismo problema en la zona, pero Titanic siguió a toda marcha, sin disminuir la velocidad.
A las 19:30 el Californian volvió a emitir tres comunicados más, a las 21:40, el barco mesaba también alerta de la misma posibilidad de encontrar iceberg en la zona, casi a las once de la noche, el SS Californian queda varado en el hielo a solo 20 millas náuticas del Titanic, su operador, Cyril Evans, envía una alerta a todos los barcos en la zona, a lo que el operador del Titanic, Jack Phillips le respondió: ”Cállate, cállate interfieres mi señal, estoy ocupado, en comunicación con cabo Racel“.
A las 23:40 el Titanic chocó con un iceberg, y ya conocemos todos la historia, falta de botes, egoísmo humano, salvemos primero a los ricos, encerremos bajo llave a la tercera clase, los defectos de fabricación, la culpa humana, la figura del dolo que nadie iba a responder por él, el horror, indescriptible.
El RMS Carpathia, a 58 millas, ( 93 km) era el barco más cercano que pudiese ayudar, pero su navegación era de tan solo 14 nudos, por más que se apresuró, alcanzando más de 17 nudos, el hielo y las condiciones climáticas lo retrasaban. El Titanic disponía de solo veinte botes salvavidas, para menos de la mitad de los pasajeros que llevaba a bordo.
A las 2:18 de la madrugada las luces del gigantesco arco se apagaron por última vez, ateridos de frío y culpa los sobrevivientes vieron el barco partirse en dos y hundirse entre gritos despavoridos de terror mientras los valientes músicos de la orquesta tocaban Más cerca de ti, Dios mío.
El primero de septiembre de 1985, los oceanógrafos Robert Ballard y Jean Louis Michel encontraron los restos del Titanic a 3 800 m de profundidad, frente a la isla de Terranova en Canadá. Robert Ballard hoy se arrepiente, dice que un lugar sagrado como ese, tumba de tantos seres humanos, es un circo donde hasta bodas se celebran y que el fondo está ahora lleno de latas de cerveza.