Está claro que todo lo que viene de la mano de Porsche es rápido, pero si además pasa por las del preparador alemán Gemballa se pone furioso. Así le pasó al SUV Cayenne, que a pesar de tener ya excelentes prestaciones el tunero teutón le ha puesto mucho picante. Partiendo como base de la versión sobrealimentada, se le ha cambiado prácticamente toda la carrocería, sustituyéndola por otra de fibra de carbono. Además, su nueva aerodinámica favorece al efecto suelo, algo más que importante en un súper deportivo tan alto.
El propulsor, que originalmente venía con 4.8 litros de desplazamiento, ahora cubica 5.0 litros. Esto trajo consigo nuevas bielas, pistones y un turbo de carreras que aumentó la potencia a 750 CV y el par motor máximo a 1 050 Nm. Con tracción a las cuatro ruedas y la opción de dirigir toda la potencia al eje trasero, el Gemballa Tornado 750 GTS se desplaza a una velocidad que supera los 300 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4.3 segundos.
Todos los orificios de la carrocería son funcionales, unos para sacar el aire caliente del motor y otros para enfriar los potentes frenos delanteros con pinzas de seis pistones y 420 mm de diámetro en los discos.
Para convertir un Porsche Cayenne en un Gemballa Tornado 750 GTS habrá que desembolsar unos 400 000 euros. Pero el dinero no basta, tendrá que apurarse porque solo se tunearan cincuenta unidades.