Finalmente, llegó. Casi 50 años se ha tomado Jaguar para poner en el asfalto un modelo capaz de plantar cara al Porsche 911. Vale, ya estaba el XK, pero es demasiado grande y pesado, y más bien sería un rival para el Porsche 928, si aún existiera. Ahora, llega el duelo: Jaguar F-Type contra Porsche 911: el lord inglés contra su casi omnipotente adversario de Zuffenhausen, que este año celebra su 50 cumpleaños. No le han hecho un buen regalo, los británicos. Porque por primera vez en años, puede hacer pupa al Porsche, cuyas líneas maestras, mantenidas a lo largo de tanto tiempo, podrían suponer una carga...
El Porsche 911 tiene el aspecto que debe tener un 911 moderno: faros redondos, laterales esculpidos, zaga inclinada. Sin embargo, este Porsche demuestra que entre la perfección y el aburrimiento solo hay un grado. Todo lo contrario que el Jaguar F-Type. Ya que entre el E-Type y el F-Type median 50 años, el diseñador Ian Cullum ha dado rienda suelta a su creatividad sin la carga histórica, eso sí, regalando algunos guiños nostálgicos. Musculoso, con un frontal agresivo y una zaga limpia, el F-Type demuestra que se puede ser futurista, elegante y lucir como un Jaguar al mismo tiempo. Pero igual de importante es la estética que el hecho de que Jaguar sea capaz de plantar cara al 911 en la parte dinámica. Porque en este aspecto Porsche ha alcanzado el grado de perfección al que solo se llega después de un desarrollo evolucionado durante años. Ningún deportivo del mundo logra conjugar como el Porsche 911 la comodidad del uso diario con la eficacia en circuito.
Ya en el tráfico rodado el Jaguar F-Type demuestra que tiene un tarado de suspensión mucho más duro. La mínima irregularidad del asfalto se transmite casi sin filtrar al, comparativamente, más estrecho habitáculo. Lo cual no es precisamente malo en un coche deportivo, aunque el Porsche 911 puede hacerlo mejor, como demuestra con su chasis adaptativo. Rígido, pero nunca incómodo, el 911 hace desaparecer los baches. También tiene que ver la postura de conducción, ya que hasta los conductores muy altos van cómodos y con espacio. ¿Se ha vuelto el Porsche 911 un blandengue? ¡Para nada! Basta pulsar un botón para se que vuelva más rudo de lo que ha sido nunca. Solo el sonido de su boxer de seis cilindros se queda algo corto. Aquí le supera el ocho cilindros turboalimentado del Jaguar F-Type, que cada vez que sobrepasa las 3.000 vueltas inunda todo el paisaje con su bramido. La carne de gallina está garantizada. El Porsche 911 también suena bien: masculla y 'bufa' según la aguja sube de vueltas, pero no tiene nada que hacer frente al vozarrón del Jaguar.
Jaguar F-Type y Porsche 91: dos deportivos puros
Aunque el Jaguar F-Type y el Porsche 911 estén destinados a habitar en lujosos bulevares, son deportivos puros concebidos para hacer las mejores vueltas frente al crono. Así que ha llegado la hora de entrar en el circuito: un tramo del circuito de Contidrom nos responde a la pregunta de cuál de los dos cabrios es el mejor deportivo.
El Jaguar F-Type es el primero en salir. Acelera en la primera curva sin ninguna debilidad aparente. La dirección es deportiva, dura pero algo imprecisa. El F-Type es bastante neutral, pero en las curvas muy cerradas empiezan los problemas. Con el ESP conectado la potencia del motor se limita de forma rigurosa, lo cual le hace seguro, pero le resta deportividad. Si desconectamos este asistente, la zaga se desmanda salvajemente. Esto lo hace muy espectacular, pero más lento. En esta comparativa directa, el Porsche 911 no le da ninguna oportunidad al Jaguar F-Type. Perfectamente afinado, galopa veloz por los 4 kilómetros del circuito, y un ESP que actúa solo cuando debe le da estabilidad en curva. Incluso en las curvas muy cerradas, acelera gracias al motor trasero sin necesidad de que entre en acción el control de tracción. Y así es como el 911 le arranca 1,8 segundos al F-Type, a pesar de tener 95 CV menos de potencia. Pero aunque el Jaguar F-Type pierda la vuelta en circuito, no deja de ser una refrescante e irresistiblemente imperfecta alternativa al Porsche 911. ¡Nos alegramos de que por fin haya llegado!
Créditos
autobild.es