Esta berlina de potencia extrema se ha convertido en el Jaguar más rápido de la historia del felino inglés. Porque aunque de serie trae un limitador de velocidad electrónica, que lo clava en 250 km/h, la prueba hecha a uno de ellos sin limitador, en las salinas de Boneville, ha quebrado el registro del XJ200 de principio de la década del noventa, cuando alcanzó los 350 km/h. Ahora el XF-R hizo tierra esa marca, propulsado por un motor con un consumo medio de 12.5 l/100 km.
Se trata del V8, ya instalado en el Cupé XKR, de 5.0 litros de desplazamiento, sobrealimentado y con distribución variable, doble árbol de levas en cabeza (DOHC) y cuatro válvulas por cilindro (32 en total). Entrega una potencia de 510 CV a 6 500 rpm y un par motor máximo de 625 Nm entre las 2 500 y las 5 5000 rpm.
Transmite a las ruedas traseras por medio de una caja de cambios automática (ZF) de seis velocidades, que comparte con el XKR. Acelera de 0 a 100 km/h en 4.9 segundos y con el limitador electrónico de velocidad no pasa de los 250 km/h. Pero en la prueba de Boneville, sin limitador y con ligeros cambios en la admisión y escape, arribó a los 363 km/h, siendo desde ya el Jaguar más veloz de la historia.
Esta berlina súper deportiva y de lujo, donde viajan cómodas cinco personas, tiene una longitud de casi cinco metros y un peso que frisa las dos toneladas. Calza neumáticos de veinte pulgadas de diámetro, 255/35 ZR20 delante y 285/30 ZR20 detrás, y los frenos son de discos ventilados y ABS en las cuatro ruedas. Está disponible en ocho colores de carrocería, a un precio de 98 900 euros.