
Las escuderías de Fórmula 1 planean hacerse con el control de la categoría reina y recortar el excesivo poder del que goza el máximo mandatario de la competición, Bernie Ecclestone. Para ello, deberán adquirir parte del accionariado de la empresa propietaria de los derechos, CVC Capital Partners.
Martin Whitmarsh, presidente de la Asociación de Equipos de la Fórmula 1 (FOTA, por sus siglas en inglés), ha confirmado su intención de arrebatarle parte del control a CVC, con el fin de tener más poder de decisión en el devenir de la Fórmula 1, de la que son protagonistas.
Esta acción se llevaría a cabo a finales de 2012, cuando quedará sin vigor el denominado Pacto de la Concordia, que regula las relaciones comerciales entre patronal y equipos y el reparto de los ingresos.
La causa de esta nueva ambición por parte de los equipos se debe a su temor a que, en su afán por lograr beneficios cada vez más altos, CVC pueda dejar de lado los intereses de la competición. "La Formula 1 es propiedad de una empresa de accionistas de capital riesgo (CVC Capital Partners) y uno piensa que esto no será para la eternidad", ha destacado Whitmarsh en declaraciones al diario The Independent.
Para seguir ese objetivo, las escuderías han decidido contratar a la asesoría DC Advisory para que les asesore en las negociaciones con Ecclestone y sus socios.
No son los únicos interesados:
Sin embargo, el proceso que habrán de emprender no será fácil y, previsiblemente, algunos obstáculos surgirán en el camino en forma de otros candidatos a adquirir los derechos de la competición.
En los últimos meses, el nombre que más fuerza ha cobrado para hacerse con la Fórmula 1 ha sido el del magnate australiano Rupert Murdoch, aunque el propio Ecclestone ha descartado esa posibilidad, llegando a asegurar que las opciones de que eso ocurra "están cerca del cero".