A pesar de los proyectos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), los engaños denunciados por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y los nuevos controles del Gobierno Federal, México se ha convertido en el mayor importador mundial de vehículos usados, informó recientemente la Secretaría de Hacienda.
Como es natural, el mayor exportador de vehículos de uso hacia México, son los Estados Unidos de América a través de su frontera común. Según se pudo conocer, en los últimos cuatro años han entrado a territorio mexicano 5’234,348 vehículos de todo tipo desde Estados Unidos, con mayor o menor uso, para ser comercializados en el mercado local.
Esta cifra enorme convierte a México en el mayor importador mundial de vehículos de uso. Es de suponer que tal cantidad de autos ”flotando“ en el mercado automotor mexicano de vehículos de uso, priva de posibles clientes a la industria automotriz local, que retrocede ante la caída de las ventas de vehículos nuevos y de los propios de uso local.
De acuerdo a sus características y condiciones técnico-operativas, los más de cinco millones de vehículos usados importados por México en estos cuatro años, se dividen en los de tipo familiar (2’241,531), cuya cilindrada es mayor a tres litros, automóviles (1’418,249) y camionetas y pick-up (1’333,602).
Eduardo Solís, presidente de AMIA, dijo que las empresas ensambladoras están trabajando en proyectos de normas para restringir la importación de autos usados. Solís abogó por que todos los autos de uso que ingresen al país, deben someterse a una inspección técnica para saber su estado operacional y otros aspectos.
Por su parte la AMDA ha difundido que a menudo se engaña a los clientes de estos vehículos de uso importados, ya que no cuentan con la garantía de sus condiciones físico-mecánicas. El Gobierno Federal mexicano ya estableció este año mayores controles para la importación de autos ”semi-nuevos“ (de uso).
Estas medidas, unidas a la actual crisis económica, redujeron algo estas compras. Pero según el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en enero de 2009 comenzó la liberación gradual del mercado. Ahora se pueden importar unidades con 10 años de antigüedad sin aranceles. Y en 2019 concluirá con la liberalización completa de las actividades comerciales, sin importar año de uso ni fabricación.