Sí, créalo o no. Nélida Iglesias es la ”mujer biónica“ y ha pasado 22 años de su vida como motoviajera.
Se hace llamar así por los ”metales que tiene en su cuerpo“, una cadera de platino y una chapa en el tobillo. Osada y rebelde por naturaleza se vanagloria de ser pionera en usar pantalones y manejar, nada más y nada menos que los camiones de la fábrica de su padre.
Tras la pérdida de su esposo y con 65 años se niega a dar cabida a la soledad, a la tristeza; la vida tiene mucho que ofrecerle y mostrarle. Su alma todavía es joven y su espíritu aventurero clama por salir. Un día se pregunta: ¿sigo sin ganas de vivir y muero o salgo a beberme la vida? y eso hizo.
Llevando su moto Zanella al taller, se entera de los lugares donde los motoqueros (así se llama en argentina a los motociclistas) se reúnen, Prestó oídos, se acercó, la adrenalina comenzó a rugir y se sumó a los motoencuentros, iniciando un nuevo capítulo en su vida, año 1993. Una Honda Rebel 250 1998 hace la diferencia, y allá va! carretera y pelo al viento! Países, ciudades, gente, motoristas con los que compartir y sumar trofeos.
Ha recorrido alrededor de 110 000 km de Argentina, Chile, Brasil, Paraguay y conserva en su mente los paisajes, la calidez de la gente que encontró a su paso, la alegría de sentirse viva y libre. Con la EconoPower 90 completó alrededor de 17 000 millas y con la Honda Rebel 250cc hizo en dos años 54 000 km.
220 encuentros de moto-viajeros. ¡Bravo! Por la abuela que encontró una nueva pasión, amigos y hasta una familia gigantesca en los motoristas.