Ciertamente no se trata de un automóvil de lujo, pero el nuevo vehículo ligero de carga ("carretilla elevadora") de Nissan, presentado en mayo pasado en la feria de Hannover, constituye una novedad dentro de la industria automotriz, si nos atenemos a la particularidad de que no produce emisiones contaminantes.
Este vehículo, cuya irrupción en el mercado debe producirse el próximo año, se aprovecha de la misma tecnología de baterías que ya se apreció en el Salón de Frankfurt con el prototipo Mixim o en el Salón de Tokio con el Pivo 2.
Utiliza baterías de Li-ION que atesoran los últimos avances en este campo: mayor tasa operacional, versatilidad, costes competitivos y mayor seguridad, además de no usar elementos tóxicos en su fabricación, como son el cadmio, el mercurio o el ácido sulfúrico.
Dichas baterías son compactas y de carga rápida, no precisan de mantenimiento, ofrecen un elevado poder energético y poseen una larga vida, equiparable a la de las ácidas convencionales, por lo que pudiera afirmarse que resultan idóneas para este tipo de vehículos.
Así, solo resta que las empresas (y las flotas encargadas de operar con éste tipo de maquinaria) apuesten también por esta avanzada propuesta de las tecnologías y las utilicen.