
La semana anterior dejamos una reseña sobre el Moskvich Aleko y ha despertado interés por los automóviles soviéticos, o rusos. Por esta razón volvemos sobre los pasos y traemos una marca más arraigada al nacimiento del automóvil, cuando los grandes pioneros fundaba la industria que pondría al mundo sobre ruedas. Veamos la historia de Ruso-Balt.
Los orígenes de la fábrica Ruso-Baltic se remontan a la época del Imperio Ruso. Originalmente producía vagones y era, en verdad, una subsidiaria de la empresa alemana Van der Zypen & Charlier. Sin embargo, para 1874 logra convertirse en la Empresa RBVZ, con capital ruso y administración propia. Para 1894 la mayoría de las acciones fueron adquiridas por inversores de Riga y San Petesburgo , y la a empresa llegó a tener 3800 empleados. Para esa fecha ya diversificaba su perfil y producía, además, maquinaria agrícola y motores de explosión. En 1908, se abre una división para la fabricación de automóviles dentro de la empresa y comienza nuestra historia.
Fabricación de automóviles
En este momento inicial se busca, como es lógico, experiencia de otros fabricantes. Por ello se inicia la colaboración con la marca belga Fondu. Los primeros automóviles se construyeron en la fábrica ferroviaria de RBVZ, justo entre 1909 y 1915. El primer modelo sería el Ruso-Balto S24/30, un biplaza deportivo, de 24 caballos, con una potencia máxima de 30, de ahí su denominación. La primera unidad salió de la línea el 26 de mayo de 1909, y luego se fabricaron S24/30 con carrocería abierta y cerrada, con motor de combustión interna de cuatro cilindros, carburador sistema Potter, y encendido Bosch. Una caja de cambios de tres marchas y marcha atrás.
Gracias a la aceptación de los primeros modelos la empresa adquirió la fábrica Freze, en 1910, cuya producción estaba orientada a los blindados para el ejército. También fabricó camiones, autobuses, coches de bomberos, camiones postales, vehículos todo terreno para el ejército, y hasta automóviles deportivos, con los cuales llegó a homologar una velocidad máxima de 130 km/h, respetable para la época. La "Ruso-Balt" fue la primera fábrica rusa en producir automóviles en serie.
La competición
En esta línea del auto deportivo Ruso-Balt se inserta en competiciones que reforzarían su prestigio. En agosto de 1909 un "Ruso-Balt" participó en la carrera de automóviles San Petesburgo -Riga-San Petesburgo, de 1177 kilómetros, obteniendo el primer lugar. Entre 1910 y 1914 participó en 16 competiciones. En 1911 un "Ruso-Balt" S24/30 (fabricado en 1909) participó en el raid San Petesburgo –Mónaco, siendo primero entre 87 vehículos. Los vehículos Ruso-Baltic participaron en cinco exposiciones, incluidas dos exposiciones internacionales del automóvil, donde obtuvieron cinco medallas de oro. El apogeo de la fábrica continuó hasta la llegada de la Primera Guerra Mundial, cuando se fragmento durante la evacuación. Luego continuaría alguna producción, pero ya no sería igual. En 2006 comenzó un intento de revivir la marca, pero esa ya sería otra historia.