A pesar de la incertidumbre sobre el futuro de Saab acaba de presentarse oficialmente la versión familiar ”crossover“ de la marca sueca: el 9-3X. Básicamente se trata de una variante sobre el 9-3 Sport Combi que ha sido retocada con el fin de ofrecer ciertas características ”todo terreno“, dentro de lo posible y razonable.
El cambio más importante se produce en la suspensión, que eleva la carrocería 3.5 cm más que en la versión Sport Combi o 2 cm si se equipa el 9-3X con el motor diesel y la tracción delantera. La imagen cambia con la inclusión de un voluminoso perímetro de protección conformado por los parachoques, los laterales y los arcos de rueda, en un color gris oscuro y con la típica textura granulada en negro que funciona estéticamente a las mil maravillas.
Terminan por definir el aspecto físico la doble salida de escape, unas llantas de aleación de cinco dobles aspas en 17“ de diámetro y unos nuevos faros antiniebla. Por dentro aparecen detalles en metal oscuro para la guantera, el pomo del cambio y nuevos paneles para las puertas. Los cinco asientos disponibles tienen un acabado especial con piel negra y una serie de detalles en gris para diferenciarse del Sport Combi. La fila trasera es completamente abatible, permitiendo alcanzar un volumen de carga de unos 1.287 litros, 419 litros sin abatir.
El 9-3X ofrece dos motores y ambos cuentan con potencia sobrada para cualquier retos. En gasolina se dispone un 2.0 litros turbo con 210 CV de potencia, enlazado a las cuatro ruedas a través de la tracción XWD y un cambio manual o automático de seis marchas. La otra elección es el turbodiésel 2.0 TTiD de 182 CV de potencia, en este caso trasladados a las ruedas delanteras e igualmente con caja de seis marchas manual o automátic