Bueno, pues corrigiendo lo que había prometido hace apenas dos meses, Toyota ha adelantado a toda velocidad los plazos para el lanzamiento de su ”auto del futuro“, que circulará impulsado por hidrógeno y llegará a Estados Unidos tan pronto como en 2015.
Al menos así lo anunció el vicepresidente de ventas de la firma japonesa, Bob Carter, al confirmar durante la apertura del Salón Internacional de la Electrónica de Consumo (CES) de Las Vegas que el mercado inicial para este automóvil será el estado de California, meses después de que sus rivales Hyundai y Honda avisaran que empezarían a vender vehículos con la misma tecnología el próximo año.
No en vano, diversas automotrices han reconocido desde hace tiempo las ventajas de las pilas de combustible, una forma de propulsión que a diferencia de los carburantes clásicos no emite gases de efecto invernadero, sino solamente vapor de agua; aunque el desarrollo de esta tecnología se ve frenado por sus elevados costos de producción y la falta de estaciones de abastecimiento adaptadas para su uso.
En ese sentido, sin embargo, Toyota estima que podrá ofrecer el vehículo ”a un precio muy razonable“, según dijo Carter, en un rango de 50 000 a 100 000 dólares para se acerque lo más posible al extremo inferior de esa gama, además de sacar adelante una iniciativa paralela para establecer estaciones de abastecimiento de hidrógeno en regiones clave del estado norteamericano.
De ese modo, sus primeros 10 000 vehículos podrán abastecerse con apenas 68 estaciones de servicio entre San Francisco y San Diego, si bien la meta a largo plazo es alcanzar la centena, para que el propietario de un vehículo de este tipo cuente con una estación a menos de seis minutos de su domicilio.
Presentado como prototipo el año pasado en el Salón de Tokio, el auto que por ahora Toyota denomina FCV, utiliza hidrógeno para generar electricidad a través de pilas de combustible, que puede reabastecer entre tres y cinco minutos, con una autonomía de 480 kilómetros, siendo capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 10 segundos.
Créditos
Ariel B. Coya