
Pues sí. Aunque pueda sorprender a muchos, siete meses después de su presentación en el Salón de Ginebra, Toyota ha dado luz verde a la producción del curioso prototipo urbano i-ROAD.
Estamos hablando, a fin de cuentas, de un vehículo ultracompacto de tres ruedas con capacidad para dos pasajeros, cuyo motor eléctrico de 5,4 CV asegura una autonomía de 50 kilómetros y una velocidad tope de 45 km/h, siendo el tiempo de recarga estimado en una toma de corriente convencional de tres horas.
Una de sus mayores bazas, además, es la nueva e intuitiva tecnología Active Lean (Inclinación Activa) de Toyota, que garantiza los mayores niveles de estabilidad, confort y seguridad, pues no precisa de ninguna habilidad de conducción especializada, ofrece una experiencia de conducción única con toda la intensidad de una motocicleta y sin necesidad de que el propio conductor estabilice el vehículo en las maniobras a baja velocidad o en parada.
Por el momento, el coloso nipón confirmó que la producción será limitada y en un principio estará destinada a un centenar de unidades este mes de octubre, que los usuarios podrán alquilar y devolver en un ensayo de movilidad bajo la fórmula ”car sharing“ de la denominada red Ha:mo hasta en 17 ciudades diferentes.
No en vano, el i-ROAD constituye una solución pensada para mejorar en un futuro el tráfico y la contaminación presentes en las grandes urbes, por lo que esta especie de ”triciclo“ que se balancea al tomar las curvas podría convertirse, sin duda, en un éxito comercial innegable para Toyota.