Después de ver cosas como estas uno se pregunta: ¿para qué el túnel de viento y tantos cilindros en V? Y es que este Volkswagen Polo modificado de 1979, denominado Dragster, con su anticuada carrocería y un motor de cuatro cilindros en línea es capaz de dejar sembrado en la mismísima raya de salida a un Bugatti Veyron. Como lo oye, desarrollando una potencia que superan los 1 000 CV.
El modelo, primera generación del Polo, fue modificado por la casa alemana AME-Racing y para lograr tamaño rendimiento han tenido que reforzar o cambiar innumerables piezas, componentes y accesorios, donde destacan motor y transmisión. No olviden que la versión de serie fue diseñada para que la moviera un motor de apenas 60 CV.
Al nuevo propulsor L4, cuatro cilindros en línea, que tiene un desplazamiento de 1.9 litros, doble árbol de levas en cabeza (DOHC) y cuatro válvulas por cilindro (16 en total), se le ha instalado un imponente turbocompresor Garrett GT40R que ha elevado la potencia hasta los 1 032 CV con un par motor máximo de 950 Nm.
Transmite permanentemente a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios manual, original del Audi TT, de seis velocidades. La velocidad punta está estimada en unos 300 km/h, pero donde impresiona más es acelerando, logrando hacer de 0 a 100 km/h en 2.3 segundo. Además, pasa por meta en el cuarto de milla a más de 250 km/h, cubriendo el trayecto en apenas 9.15 segundos.
El Volkswagen Polo Dragster tiene un peso, en condiciones de rodaje, de 920 kilogramos, para una extraordinaria relación peso/potencia de 0.89 kilogramos por cada caballo de fuerza, un factor más que importante para lograr rendimientos como el que exhibe esta ultrarrápida balita rodante.