El pasado año no resultó muy gratificante para diversas marcas del mundo automotriz. La crisis financiera mundial redujo considerablemente las ventas provocando incluso una desesperada llamada de auxilio a los gobiernos de varios países, como sucedió con la General Motors en Estados Unidos.
Pero no todo es color gris y algunos fabricantes han logrado capear el temporal mejor que el resto. Tal es el caso de Audi, cuyas estadísticas resultaron favorables. El pasado año, la automotriz del grupo Volkswagen logró comercializar 1 003 400 vehículos, rebasando el siempre simbólico listón del millón de unidades.
La marca de los cuatro aros consiguió, además, afianzar su posicionamiento en Asia, alcanzado un aumento del 15.6% en las ventas, mientras en Norteamérica solo experimentó una caída del 9.3% en el mes de diciembre. Ahora en enero registró en todo el orbe un volumen de ventas de 56 200 unidades, lo que supone un descenso del 28,6% comparado con el mismo mes de 2007.
No obstante esas cifras, la compañía que preside Rupert Stadler elevó su cuota de mercado en Europa Occidental y Estados Unidos, de modo que este 2009 afronta su centenario con el desafío de mantener su estrategia de expansión, que le llevará a lanzar seis nuevos modelos en los próximos seis meses. Reina, pues, el optimismo para el fabricante teutón.