Ni corto ni perezoso, Volkswagen ha dado ya luz verde por fin a su propia marca "low cost", tras varios meses de preámbulos y especulaciones desatadas en torno a esta maniobra estratégica del principal fabricante europeo.
Sucede que, los alemanes, tienen muy claro cuánto deben ganar por oche vendido y cuáles han de ser "las especificaciones mínimas" del mismo, por lo que algunos estudios indicaban que Volkswagen tenía complicado incursionar en este nicho de mercado, sin salirse de algunas de sus "obligaciones internas" en cuanto a formatos y calidades de productos, ni caer en un producto poco rentable.
Pero sí, solventado este dilema, la nueva marca "low cost" se sumaría en 2016 a las 12 firmas que actualmente integran el grupo alemán, y los mercados latinoamericanos, entre otros, serán los destinatarios de su propuesta, que intenta competir directamente con las filiales de la alianza Renault-Nissan, Dacia y Datsun.
De ese modo, aunque no se han ofrecido muchos detalles al respecto, fuentes de la compañía aseguran que el primer modelo de la llamada "Budget Brand" debutará en China y podría ser comercializado por
alrededor de 8 000 dólares, por debajo del Volkswagen Santana que ya se vende en el gigante asiático y está directamente relacionado con los Seat Toledo y Skoda Rapid europeos, su referente a los productos
de bajo costo dentro del conglomerado.
Justo así, en la primera etapa se producirán alrededor de 500 mil unidades anuales del flamante modelo, cuya producción también podría extenderse a la India, Rusia y el Mercosur como una fase secundaría de
acuerdo a la respuesta que tengan sus ventas.