En los años 80, Estados Unidos y la Unión Soviética pujaban por lograr la supremacía en la carrera aeroespacial, el Buran fue un ejemplo.
En las décadas de los 70 y los 80, en pleno apogeo de la Guerra Fría, las principales potencias de aquel entonces Estados Unidos y la Unión Soviética, libraban una colosal batalla para lograr la supremacía de la carrera aeroespacial.
Comenzada en 1957 con el lanzamiento del primer satélite artificial, el Sputnik, luego con la puesta en órbita del primer ser humano en el espacio, honor que le correspondió al soviético Yuri Gagarin, ambos países se introdujeron de lleno para lograr la supremacía aeroespacial. La puesta en la Luna del primer astronauta norteamericano, fue un acontecimiento relevante e importante para la humanidad.
En los años 80, Estados Unidos dio inicio a la utilización de las lanzaderas o trasbordadores espaciales “Space Shuttle”, estos permitían poner en órbita a tripulaciones o cargas y podían regresar a la tierra y por su característica de reutilizable podían usarse por largos periodos de tiempo.
El 15 de noviembre de 1988, hace 30 años, la Unión Soviética lanzó su primera lanzadera espacial, el Buran, pero algunos años después de su uso por los Estados Unidos.
En su momento, fue catalogado como una copia de su par norteamericano, se atribuyó el vuelo no tripulado a que el trasbordador no era seguro, y la opinión pública siempre mostró su preferencia a los trasbordadores norteamericanos. Desgraciadamente, el Buran realizó un primer y único vuelo. En 1992, luego de la desintegración de la URSS, el entonces presidente de Rusia, Boris Yesltsin, canceló el proyecto y el Buran fue apartado a un lado.
En aquel entonces, del Buran se supo poco, era considerado como un proyecto secreto, pero con el de cursar de los años se fueron conociendo muchos detalles del proyecto Buran/Energía y sus aportes tecnológicos.
El aporte del Buran según opiniones actualizadas de los analistas
El proyecto que culminó con la puesta en órbita del Buran, comenzó a mediados de los 70, este fue precedido por dos proyectos similares, el Spiral y el MASK, ambos fueron apartados y los recursos se pusieron en función del Buran/Energía.
El Buran fue parte del complejo Buran/Energía, este último correspondía al sistema de cohete portador, fue concebido para el vuelo automático, es decir sin tripulación, aunque podía trasportar hasta 8 tripulantes, poseía un sistema de seguridad que no hubiera sido posible que enfrentara accidentes fatales como los sucedidos a los norteamericanos “Challenger” y “Columbia”.
En la actualidad, los especialistas y analistas han expresado que no hubo copia de sus similares norteamericanos, el Buran fue un proyecto completamente distinto, si bien, tenían similitudes de apariencia, su filosofía constructiva fue diferente y superior, más económica y fiable. Su sistema de control automático fue único y constituyó un éxito rotundo.
Hoy se reconoce que el Buran aventajó a sus similares norteamericanos por lo que ha sido considerado como una maravilla de la tecnología aeroespacial soviética.
El Buran tuvo un triste final, el hangar donde se conservaba junto al cohete Energía sufrió un derrumbe en el 2002 y sepultó a ambos ingenios de la tecnología.
Si el proyecto no hubiera sido cancelado, quizás hoy se estuviera utilizando, pero no quede duda que quizás los futuros proyectos espaciales cuenten con los aportes tecnológicos del Buran.