La mítica Ruta 66 ha estado tan enraizada en la propia historia de Estados Unidos que, incluso cuando desapareció, volvió a surgir desde la nostalgia.
Lo importante no es el destino, sino el camino. Por eso, la Ruta 66 no pudo desaparecer. Descatalogada desde 1985 y sustituida por una novedosa red de autopistas interestatales —que permiten un traslado rápido y sin paradas hacia los diferentes puntos de Estados Unidos—, la llamada “Main Street of América” se convirtió en ese espacio donde los verdaderamente significativo es rodar.
Pero, vayamos al inicio. Era 1926 y surgían las primeras rutas federales estadounidenses. El 11 de noviembre aparece de manera oficial la U.S. 66, una larga carretera que iba desde el frio Chicago, en el estado de Illinois, hasta Los Ángeles, en California, y atravesaba Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México y Arizona, para un total de 3 939 km y tres cambios de usos de horarios.
La cultura de rodar por la Ruta 66
El “Crack” de 1929 y la subsiguiente Gran Depresión, hasta 1933, llevó por el rumbo la 66 a millares de familias de granjeros que abandonaban el Middle West para encaminarse a California. Fue el principal itinerario de los migrantes que iban al oeste, especialmente durante las tormentas de polvo de los años 30, y sostuvo la economía de las zonas que la carretera atravesaba.
El tráfico creció y en la ruta principalmente llana, los camiones encontraron un camino fácil. Surgieron negocios (moteles, restaurantes, gasolineras, talleres de reparación).
En los años cincuenta, devino la principal vía para los veraneantes con destino a Los Ángeles. La carretera atravesaba el desierto de Arizona y cerca del Gran Cañón, por lo que el cráter de Arizona fue otra parada popular.
La cultura de los indios americanos se hizo turística y aparecieron moteles en forma de tipi, puestos de natillas frías, tiendas de curiosidades de los indios nativos y criaderos de reptiles.
Las cuevas Meramec, cerca de St. Louis, empezaron a anunciarse como "la guarida de Jesse James", el famoso ladrón. El restaurante Big Texan anunciaba un filete de vaca de 72 onzas gratis a aquel que pudiera comérselo entero en una hora. Surgen lo que es hoy uno de los elementos representativos del “american way of life”: la comida rápida, con ejemplos como el Red's Giant Hamburgs en Springfield (Missouri), lugar del primer restaurante drive-through, y el primer McDonald's, en San Bernardino (California).
Para muchos, la Ruta 66 era el escenario perfecto, la imagen por excelencia de la cultura angloamericana, con un elemento en común, el automóvil.
Auge y declive de la Ruta 66
En 1938, se había convertido en la primera carretera completamente pavimentada. No fue un camino sin modificaciones, por el contrario, según iba a amentando el tráfico, surgieron pequeñas realineaciones a la ruta. Tras la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, Illinois empezó a ampliar la U.S. 66 a dos calzadas y cuatro carriles, otro tanto hizo Missouri en la primera mitad de los años cincuenta.
Sin embargo, un cambio ya se gestaba. En 1956 el presidente Dwight Eisenhower firmó la Ley de Autopistas Interestatales, un suceso que supuso el comienzo del fin. Poco a poco fueron a apareciendo otras vías, pese a la lucha de aquellos que vivían por y para la 66. La modernidad se tragó a la ruta, que cayó en desuso y quedó descatalogada en 1985.
Otra vez U.S. 66
Con la descatalogación, no hay una única autopista interestatal que la sustituya. Interstate 55 cubre el tramo de Chicago a St. Louis; Interstate 44 soporta el tráfico de Oklahoma City; Interstate 40 corresponde con un largo trecho, reemplazando a la Ruta 66 a Barstow (California); Interstate 15 la lleva a San Bernardino; y la Interstate 10 discurre el tráfico a través del área metropolitana de Los Ángeles a Santa Mónica.
Pero la nostalgia se impuso. En 1990, se fundaron de manera independiente las Asociaciones de la Ruta 66 en Arizona y Missouri, se le sumaron similares en otros estados. Con estas iniciativas reaparece la ruta, porque al final lo importante es el camino.
Hoy día se puede recorrer cerca del 80 por ciento de la carretera original. Algunos tramos se han conservado intactos, sobre otros se construyeron las propias interestatales y 3 860 km de longitud quedaron señalizados como ruta histórica.
Un tramo de la Ruta en Arizona fue catalogada en el Registro Nacional de Lugares Históricos; el Arroyo Seco Parkway en Los Ángeles y la Ruta 66 en Nuevo México han sido incluidos en los National Scenic Byways, y en 2005, el estado de Missouri incluyó en sus Parajes Estatales el tramo de Illinois a Kansas. En San Bernardino, California, se celebra incluso un festival de automóviles cada septiembre, Route 66 Rendezvous.
La ruta se hizo parte indisoluble de la historia del motor y de la propia historia de los Estados Unidos.
Ruta 66: una huella en la cultura
La marca de combustible Phillips 66 toma parte de su nombre directamente de la carretera. Aunque ese detalle será parte de otra historia.
En 1939, el escritor John Steinbeck publicó Las uvas de la ira, una novela sobre la emigración a California de los granjeros de Oklahoma, y dedica un capítulo a describir el paso hacia el oeste por la Ruta 66, a la cual se refiere como "Mother Road" (Carretera madre), un sobrenombre que aún conserva. El libro ganó el premio Pulitzer.
En 1946, el pianista y compositor de jazz Bobby Troup escribió su más conocida canción, "(Get Your Kicks On) Route 66" (Disfruta en la Ruta 66), después de recorrerla camino de California. Se la presentó a Nat King Cole que la convirtió en uno de los grandes éxitos de su carrera. La canción se convirtió después en éxito por Chuck Berry y ha sido grabada por otros artistas posteriores como The Rolling Stones, Depeche Mode, Manhattan Transfer, Brian Setzer, John Mayer, The Cheetah Girls y Pappo, este último con una versión en español.
La Ruta 66 también dio su nombre a una popular serie de televisión, Ruta 66, en antena desde 1960 hasta 1964 en la cadena CBS. La serie presentaba a dos jóvenes en un Corvette en busca de aventuras. Desde entonces, el Corvette se ha convertido en el coche más identificado con la Ruta 66. La canción principal de la serie de televisión fue durante mucho tiempo parte principal de los anuncios de Corvette de la General Motors.
Un equipo de baloncesto de la NBA, los Tulsa 66ers, deben su nombre a la carretera. Al igual que un equipo de la liga menor de baseball, los Inland Empire 66ers.
Disney Pixar produjo en el año 2006 la película de animación Cars. Un claro homenaje a la Ruta 66 protagonizada por automóviles. De hecho, muchos de sus personajes y localizaciones están inspirados en gente y lugares de la actual Ruta 66.
En 2013 se publicó Polvo, un libro de fotografías y textos a cargo, respectivamente, de Dominique Leyva y Carlos Castán Andolz, que ilustran la Main Street.
