
Pocos rastros quedan del David, pero sabemos que fue fundada en 1913 y alcanzó su mejor etapa en los años cincuenta, cuando fabricó el microcoche que presentamos aquí. Los antecedentes del Torpedo 2S se remontan a la década del cuarenta. Años convulsos -tras la Guerra Civil y el mundo aún en Guerra Mundial- que imponen la necesidad de paliar la escasez de combustibles. Así, un intento de esta empresa de producir un auto eléctrico logró 10 unidades, basadas en chasis de Citroën. Pero eran insufribles por lo lentos, escaza autonomía y caros de producir.
Se puso énfasis en desarrollar un microauto, de tecnología “más convencional”, léase combustión interna. El proyecto llegaría en los años cincuenta y tuvo una gestión de mercadeo casi mejor que el vehículo en sí. La empresa basó la publicidad en el concepto de “ no es un coche con una rueda menos, sino una moto con una rueda más". La producción fue casi artesanal, en un taller modesto que logró fabricar unas 60 unidades de las dos versiones existentes –turismo y tricamioneta- entre 1951 y 1957. Cómo puede ser esto rentable, es algo imposible de responder.
Toda la carrocería monocasco, de estilo torpedo, estaba montada sobre un chasis de barra central longitudinal sobre la que se apoyaba el tren trasero, mientras delante estaba el conjunto de dirección-suspensión, con una suspensión delantera por ballestas y muelle espiral, y dirección por semicorona y piñón con 3.40 m de diámetro de giro. El interior tenía una configuración 2 + 2 y podía tener cabina abierta o cerrada, sin tener mucho que reseñar en este aspecto.
El carrito montaba su propio motor monocilíndrico, de dos tiempos, el cual era refrigerado por una hélice accionada desde el cigüeñal. Entregaba 10 CV de potencia y era alimentado por los legendarios carburadores Solex. Tenía hasta seis relaciones de transmisión -tres marchas con multiplicador- y marcha atrás con embrague de discos múltiples bañado en aceite. Los frenos eran mecánicos sobre las tres ruedas.
Con esta configuración se las arreglaba para llegar hasta los 68 km/h de velocidad máxima, pero nos parece algo temerario en un vehículo tan endeble, y elemental en sus sistemas de seguridad activa y pasiva. Cumplía, eso sí, con su función primordial, el consumo llegaba hasta los 20 km/L. El Torpedo 2S no tuvo un éxito comercial, pero no sería el único triciclo motorizado producido en España, otros lograron mejores ventas y volveremos sobre ellos, hay ejemplares muy interesantes.