Entre las actividades que en el periodo de desescalada de la Covid-19 se desarrollaron en La Habana, estuvo el desfile del Club de VW Escarabajos.
Son las seis de la tarde de un lluvioso 25 de julio. En el taller Entimbalao del barrio de la Timba se reúnen los miembros del único club de VW en Cuba, el Club 66 o Club de Escarabajos de La Habana, para realizar un desfile de estos autos por varios lugares de la ciudad hasta el Capitolio, en agradecimiento a la labor de los médicos contra la Covid-19.
Francarlos Porras de La Guardia, exprofesor del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona y presidente del club, recibe con entusiasmo a los choferes que van llegando y, como si aun estuviera al frente de un aula, explica las medidas y precauciones a tomar tanto para la conducción bajo las condiciones meteorológicas presentes como para prevenir el coronavirus.
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“Hace tres años surgió nuestro club, el cual no solo promueve al automóvil VW Escarabajo, sino que se ha convertido en un proyecto comunitario, cultural e inclusivo, y como todo proyecto comunitario, considero que debemos estar al corriente de los acontecimientos tanto en el barrio como en el país. Por eso este desfile, que sin violar ninguna de las leyes ni precauciones contra la Covid-19, busca dar un mensaje de agradecimiento a quienes están luchando contra esta enfermedad a la vez que celebramos el rencuentro de los miembros del club VW Escarabajos. También tenemos en mente algunas actividades con la colaboración de la Universidad de La Habana, pero eso entra dentro de los planes futuros”, afirma Francarlos.
Luego de las palabras del presidente del club, todos limpian con hipoclorito el interior de los autos mientras conversan sobre los nuevos arreglos de sus “escarabajos”.
Alexey (Alex) Rodríguez Vázquez, mecánico y vicepresidente del club, comenta que gracias al VW todos encuentran apoyo y el barrio de la Timba se ha visto ayudado. Es un proyecto donde las personas encuentran trabajo, florecimiento cultural y esparcimiento, puesto que se hacen exposiciones fotográficas, se representan obras de teatro y se proyectan películas. Además, ayudan en el embellecimiento de la comunidad.
A las seis y media llega el cantautor Adrián Berazaín, quien forma parte del grupo de artistas miembros del club VW Escarabajos. Muy jovial saluda a todos y se pone al corriente con respecto a la información que dio Francarlos.
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“Este proyecto es algo muy bonito. Aquí se ven representados casi todos los sectores que llevan adelante al país. Uno puede encontrarse aquí un médico, un cuentapriopista, un estudiante universitario, un gastronómico, un artista, en fin, este club es una pequeña muestra de Cuba, y de la Cuba más dispuesta a mejorar”, afirma el cantautor.
Jesús Luis Guerrero Campin lleva dos meses siendo miembro del club. Tiene treinta y siete años y es profesor universitario en la Facultad de Matemática y jefe de la Red de la Universidad de La Habana. Jesús confiesa haber encontrado en el club un lugar lleno de esperanza en el mejoramiento humano, donde nadie es excluido. Incluso, muchos estudiantes universitarios forman parte del proyecto sin tener auto siquiera y, según el profesor, afirman que los ayuda en su desarrollo humano y profesional.
Otra de las nuevas adquisiciones es Roberto Luis Consuegra Padilla. Tiene cincuenta y tres años y es gastronómico. Como muchos de los miembros ha venido con su familia. Está muy feliz de ser miembro de este club porque aquí se respira solidaridad. Además, es un espacio perfecto para hacer amigos y hasta las familias se sienten involucradas con el proyecto. “Es que los VW forman parte del núcleo familiar de los dueños”, expresa Roberto mientras de vez en vez le da unas palmaditas de cariño al techo de su auto.
La tarde se pone más gris y la lluvia aprieta. Francarlos, preocupado, considera la idea de posponer el desfile. Entonces, llama a todos para llevar a votación la decisión de seguir o no con la iniciativa. Por unanimidad se decide continuar con el plan, aun bajo las poco favorables condiciones climatológicas.
Francarlos engancha la bandera del club de VW Escarabajos en su auto que es el guía del desfile. Los choferes se montan en sus “escarabajos”, calientan los motores y salen en caravana, mientras el cielo gris, derrotado ante la férrea voluntad de estos amantes del motor, decide cesar la lluvia.
📷: Yaivis Luis Olivera