
Luego de un buen ritmo en el programa de desarrollo del nuevo Boeing B-777X se han presentado problemas que obligan a Boeing a demorar su primer vuelo.
La marcha del programa de desarrollo del nuevo B-777x marchaba a buen paso, pero en las últimas semanas una serie de inconvenientes ha hecho al gigante norteamericano replantear su cronograma y tomar medidas adicionales. Inicialmente, se anunciaron problemas con el motor GE9X, el mayor del mundo, los cuales debe resolver General Electric Aviation y que provocaron la primera demora para la realización del primer vuelo en el 2019 y las primeras entregas en el 2020.

La primera aeronave que se encuentra en su etapa final de desarrollo es la versión base denominada B-777-9. Paralelamente se trabaja la versión B-777-8, más pequeña, pero de ultra largo alcance, capaz de transportar 384 pasajeros a una distancia de 16 170 km.
En los últimos datos ofrecidos sobre el programa de órdenes y entregas de nuevas aeronaves, se aprecia que del B-777-8 solo se han recibido 53 órdenes a cargo de Emirates, Qatar Airways y Etihad Airways. Mientras, se reporta un total de 281 órdenes de ocho operadores para el B-777-9. El número de órdenes del B-777-8 solo representa el 15% del total de pedidos del modelo.
El problema
El B-777-8 fue concebido para llevar carga completa en rutas desde la costa oeste de los Estados Unidos hasta los países del Golfo. En realidad, esto es demanda de un segmento pequeño de compañías; no obstante, si las posibilidades carga útil que ofrece el B-777-9 les es favorable, se inclinaran por el B-777-9 y el Airbus A-350-1000, y se pone en peligro el desarrollo del programa del B-777-8.
A pesar de ello, el avión está a la medida para una solicitud de Qantas de un avión capaz de servir rutas directas desde Londres hasta la costa este de Australia.

Airbus no posee aeronave capaz de llenar el espacio del B-777-8, por lo que su ausencia le daría tiempo al fabricante europeo a llenar ese espacio entre el 2021-2023.
Hace unas semanas, los problemas volvieron a golpear al desarrollo del B-777-9, cuando durante la realización de pruebas de carga estática se detectaron fallas en las compuertas de los compartimientos de carga.

Todo lo anterior ha derivado en el anuncio de Boeing de archivar el programa del B-777-8 a corto plazo y dedicarse de lleno al B-777-9, con el objetivo de cumplimentar el cronograma, ya retrasado, para realizar el primer vuelo en el 2020 y materializar las primeras entregas a finales del propio año. Los ajustes no afectan los programas relativos al B-777X en su versión de carga.