Inaugurado como parte de la EXPO de 1900, el Metro de Paris fue el segundo sistema creado en el continente europeo, solo precedido por el de Budapest. Hoy es símbolo de la ciudad.
El Metropolitain, con sus 214 km de vías, 16 líneas y 303 estaciones (de las cuales 62 tienen conexión entre sí) es el segundo sistema de Metro de Europa por el número de pasajeros transportados anualmente (1,600 millones), solo superado por el de Moscú.
Sus casi 720 trenes con un promedio de 5 coches cada uno ruedan por un ancho de vía standard (1,435 mm.) alimentado por una red DC a 750 volts mediante un tercer rail lateral, excepto en las líneas servidas por coches con ruedas de goma, que toman la energía de un par de barras guías.
El 20 de abril de 1896 se adopta el proyecto del ingeniero Fulgence Bienvenüe, comienza la construcción en noviembre de 1898. Su primera línea se inauguró sin ceremonias el 19 de julio de 1900 como parte de la Exposición Universal que se celebraba en la capital francesa.
Las entradas al Metro de París fueron diseñadas por Héctor Guimard en estilo Art Nouveau, de las cuales 86 existen actualmente. La red se desarrolló rápidamente y en 1920 la construcción del núcleo central, había terminado. Culminaba una parte importante de los proyectos que desde 1845 se habían debatido para garantizar la movilidad que demandaba el desarrollo de la ciudad de las luces.
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Como en otras urbes europeas, la II Guerra Mundial impactó su desarrollo y formó parte de la propia guerra. En París, la construcción, casi en superficie, no ofreció refugio antiaéreo, pero sí facilitó el movimiento de los Partisans para acciones en toda la ciudad.
La recuperación post-bélica duró largo tiempo; muchas estaciones no reabrieron hasta 1960 y algunas cesaron su actividad. El 23 de marzo de 1948 la Compañía del Metro de París, junto a las operadoras de tranvías y ómnibus, se fusionaron en la Régie autonome des transports parisiens (RATP) que aún opera en París, continuando la expansión del sistema hacia los suburbios de una ciudad que no cesaba de crecer.
Esta expansión aumentó la distancia entre estaciones, que a principios del siglo XX replicaba en buena medida el intervalo existente en las antiguas paradas del transporte de superficie. Se logró con ello una velocidad superior en el movimiento de los trenes.
Cambios tecnológicos modificaron en 1951 la red del Metro de París. No solo las nuevas líneas mencionadas; también entraron en servicio trenes con ruedas de goma que hacían mas silencioso y suave el viaje. El sistema fue exportado a los metros de Montreal, Ciudad México, Santiago de Chile, Turín (Italia); Lausanna (Suiza) y Singapur.
Actualmente se proyectan nuevas ampliaciones hasta el 2030 tomando en cuenta las nuevas tecnologías en comunicaciones, a fin de mantener el Parisienne a la altura de una gran ciudad.
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