En Mulhouse, Francia, se encuentra uno de los más grandes museos del automóvil. La Cité de l'Automobile o Museo Nacional del Automóvil es una parada obligatoria para turistas, apasionados y coleccionistas.
El recorrido comienza por el período comprendido entre 1878 y 1918 donde los pioneros del automóvil dejaban su huella con los Panhard, De Dion, Benz, Maserati, Ferrari, Porsche, Delahaye por solo citar algunos.
Otro recorrido nos lleva a disfrutar de antiguas limusinas de lujo como las Isotta-Fraschini y las Hispano-Suiza o los autos deportivos de carreras y sus estrellas entre 1902 y 1939. Mercedes-Benz W196, Ferrari de Fórmula 1, Maserati, Lancia, pero hay una colección que nos deja estupefactos.
Los hermanos Fritz y Hans Schlumpf se dedicaron a atesorar coches durante un buen período hasta que su economía colapsó. De 430 que mantuvieron ocultos en sus fábricas, 123 son Bugatti, los predilectos de Fritz, un excorredor.
Entre 1927 y 1933 se fabricaron seis Royale, dos de ellos fueron a parar a manos de los Schlumpf. Uno que perteneció a Ettore Bugatti, el Buggatti Type 41 Coupé Napoleón y el Limousine Park Ward o coche Foster. Podemos apreciar una réplica del Royale Esders, el 57S de 1936, el 57C de 1939, el 251 con motor trasero que hizo su debut en el Gran Premio de Francia de 1956 y otras joyas.