Pese a las turbulencias en los mercados financieros, el grupo alemán BMW no tiene freno y pronostica que el auge de los autos de lujo mantendrá a la compañía por delante de sus rivales también en el 2012, gracias a la efervescente demanda del segmento Premium en China y Estados Unidos.
Y para nada es fortuito, no; luego de que la multinacional con sede en Munich cerrara en 2011 un año de ensueño, con un récord de ventas mundiales de 1 668 982 vehículos de las marcas BMW, MINI y Rolls-Royce, para registrar un alza del 14.2 % respecto al ejercicio anterior.
No en vano, como dijo en el Salón de Detroit el responsable de ventas y marketing del consorcio, Ian Robertson: ”2011 fue un año excelente para BMW Group. Claramente, hemos alcanzado nuestro objetivo de ventas, y nuestros modelos continúan registrando una demanda muy alta en todo el mundo“.
De hecho, el año pasado, el grupo logró ganancias por ventas en todas las regiones, y BMW resultó la marca Premium número uno en Estados Unidos, su principal mercado, con 247 907 nuevas matriculaciones, superando a Lexus de Toyota y Mercedes-Benz de Daimler. Rolls-Royce, además, tuvo sus ventas más altas en los 107 años de historia de la compañía, con 3 538 ejemplares. Las entregas globales de MINI ascendieron a la cifra récord de 285 060 vehículos (+21.7 %), con la buena marcha del Countryman. Y por si fuera poco, hasta su división de motocicletas, BMW Motorrad, alcanzó mejores números que nunca en casi 90 años, con un total de 104 286 unidades vendidas (+6.4 %).
De ahí que el presidente ejecutivo del conglomerado, Norbert Reithofer, no ocultó su optimismo en una entrevista ”por las posibilidades de crecimiento“ de la compañía, que espera se expanda más rápidamente durante el 2012, tras entrar al nuevo año con una sólida lista de pedidos.
Dicha previsión la cimentó también hace unos días el presidente de Finanzas de BMW, Friedrich Eichiner, al vaticinar que las ventas globales en el segmento Premium podrían crecer a una velocidad superior del 8 % este año, más del doble del ritmo del mercado general de automóviles, lo que favorecería al fabricante bávaro, sobre todo con la irrupción del nuevo Serie 3. Así que el 2012 seguramente no traerá el fin del mundo para BMW.