
El Lancia Delta, concebido como una opción superior a su plataforma de origen -el FIAT Ritmo-, resultó un modelo que se ”coló“ en la historia automotriz y, gracias al apoyo popular y sus resultados competitivos, se convirtió en un mito del automóvil, motivo de culto para sus muchos entusiastas. Aquí está su historia, vista por nosotros.
La FIAT de los años setenta, dejaba atrás la era de los modelos por números como el 124 o el 131, y se lanzaba a reescribir su imagen en el imaginario público con nuevos conceptos de robustez y performances. De esta filosofía saldrían modelos como el Uno, el Ritmo y en su marca especializada Lancia, un mito como el Delta. Nacido a finales de la década, en 1979, el Delta utilizaba la plataforma del Ritmo, pero disfrutaba de un diseño del que luego fuera reconocido como el Diseñador Automotriz del Siglo XXI, Giorgetto Giugiaro. Es bueno acotar que en la concepción y logística de este proyecto también se incorporó la sueca SAAB, la cual lo comercializaría como SAAB 600.
Luego de su presentación en 1979, la mayoría de las unidades que se vendieron fueron de versiones corrientes, siendo la más popular la versión HF Integrale, de tracción a las cuatro ruedas y un potente motor, que tenía el objetivo de homologar este vehículo para el reciente grupo A. El primero de ellos fue el HF 4WD Turbo, con tracción a las cuatro ruedas y 165 CV, y diferenciales Torsen y Ferguson. El próximo paso sería recomponer el motor, cambiar el turbo y llegar a los 185 CV, algo bien fuerte para la época. Ya tenía los espectaculares ensanches, que lo dotaban de mayor estabilidad, se cambiaron las llantas y se hicieron más anchas. La explosión estaba por llegar: presionados por Toyota y Carlos Sainz los pilotos de Lancia clamaban por más potencia.
En Lancia se pusieron las pilas y en un esfuerzo endemoniado desarrollaron una tapa multiválvulas para el motor y así poder llegar a las 16 válvulas, mejorando la ”respiración“ y llevando la potencia hasta los 205 CV. Incluía, además, un turbo Garret T3. La versión final llamada Evoluzione tendría mejoras importantes en la suspensión y los frenos y mantendría a Lancia imbatible hasta su retirada, en 1992. Las versiones de competición de estos coches, ganaron el Campeonato de Constructores del Campeonato Mundial de Rally durante seis temporadas consecutivas (1987-1992), lo cual sigue siendo un récord. Más tarde, lamentablemente, la política del grupo FIAT, de hacer los Lancia más burgueses y menos deportivos, comenzó a "matar" el mito. Sin embargo, desde 2008 se comercializa una nueva versión del Lancia Delta, pero esa ya sería otra historia.