Cuando todavía Honda era una marca más de motocicletas, salió en 1959 el modelo Benly de 125 cc. Vino a Cuba a través de la agencia de Linares, que era famosa por sus motos Zündapp de todos los cubicajes, de 50 a 250 cc. Linares trajo a Honda como un producto nuevo, que se vendió aquí a inicios de los 60. El día que llegó a Cuba la Honda 125, cambió el concepto de motocicleta en el país. Era algo muy novedoso que rompía las reglas establecidas durante muchos años por la moto inglesa, alemana, italiana e incluso la norteamericana. Algo diferente. Vino pintada de azul metálico (ninguna moto tenía ese color entonces), con una estructura compacta y un nivel de sofisticación sin precedentes.