
Por puro azar me he enterado que existe este bar rodante. Se trata de una barra de cerveza rodante que puede llevar unos catorce consumidores, sin contar el conductor y el cantinero. Pero lo más sorprendente de la noticia es que los consumidores, a la vez que beben cerveza, son la planta motriz de tan ingenioso invento.
Es que cada asiento dispone de bielas y pedales, similares al de una bicicleta común y corriente, conectados todos a la barra de trasmisión. Compartiendo todo el esfuerzo y con multiplicación corta, no es mucho el esfuerzo que los clientes del BierBike deben entregar. El invento, como muchos relacionados con la cerveza y la mecánica, nació en Alemania. Tanto ha sido el éxito del aparato que ya se ven rodando en Budapest, Hungría y en Belgrado, Rusia.
Además de usarse en días festivos como carnavales, también se hacen habituales excursiones alrededor de las ciudades, para celebrar cumpleaños y graduaciones. Debo darle crédito a mi amigo Felipe Alimañi, especialista de BDC International, que tras su viaje de trabajo a Alemania me proporcionó estas imágenes.